Capítulo 27

1.4K 68 38
                                    

Narra Nali

Vane cae al suelo, se sujeta la cara, empieza a sangrar, Francis y Héctor se quedan helados, bueno, todos.

-Vanesa, por Dios, discúlpa. Déjame ayudarte.- Dice Héctor acercándose a ella para levantarla.

-No la toques, tío, ¿qué cojones pasa contigo?- Interviene Francis metiéndose en el medio.

-Hay que llevarla a la enfermería, tío.- Dice Héctor.

-Pues lo hago yo.- Habla Francis elevando el tono de voz.

-Voy a por una toalla.- Anuncia Pau que corre hacia la habitación donde están las chicas.

-No, no, estoy bien, ha sido solo un golpe.- Responde Vane

-¿Vanesa? ¿Qué... que ha pasado?- Pregunta Malú a los gritos desde la puerta de su habitación, saliendo con Pau y viniendo hacia nosotras. -Mi amor, mi amor, ¿estás bien? ¿Qué sucedió?- Detiene la sangre con una toalla.

-Estoy bien, amor, no es nada.-

-¿Cómo que nada, Vanesa? Tienes el rostro bañado en sangre. ¿Qué ha pasado?- Vuelve a preguntar llena de pánico.

-Este gilipollas que no...- Dice Francis.

-Oye, tío, gilipollas tu abuela, cabrón...- Interrumpe Héctor y vuelven a forcejear.

-¡Basta! ¡Los dos, basta, maldita sea!- Grita Malú completamente encabronada. -Vosotros habéis hecho esto, ¡os voy a matar!-

Coge a cada uno de la parte de atrás de la cabeza, en la raíz del cabello y tironea hacia arriba con mucha fuerza haciendo que ambos se dobleguen.

-Malú, para, para, duele.- Protesta Francis.

-Vais a aprender, cabrones. Así hacia a mi hermano cuando nos peleábamos, ¿qué se creía? ¿Qué por ser mas grande ganaría? No, señor.-

-Para, tía, para.- Esta vez es Héctor quien protesta. -Nos calmamos, lo juro.-

-Déjamelo a mí, Malú.- Digo hablando por primera vez, bastante encabronada por toda la situación. -Héctor, ven conmigo. Francisco, vete con las chicas a la enfermería.-

Pablo, Pau, Gaby, Francis y Malú llevan a Vane a la enfermería, Héctor y yo vamos a mi habitación.

-¿Qué demonios pasa contigo? No puedes estar haciendo esta clase de espectáculos.- Digo muy enojada. Intenta hablar, pero no lo dejo. -Me ha costado años conseguir lo que hoy he conseguido, ¡no puedes comportarte como un cavernícola! ¡Eres un Helliwell, maldita sea!- Grito.

-Nali, perdóname. No lo pensé.- Dice muy apenado.

Narra Ana

Voy a la habitación a buscar a Nali, la oigo muy sacada discutiendo con su hermano. Es raro verla así de enojada.

-¿Se puede?- Pregunto entrando con timidez.

-Claro, Ana, pasa.- Responde Nali. -Hablamos luego, Héctor.- Dice seria.

Espero a que Héctor se retire y la abrazo por la espalda. -Oye, no es para tanto.- Digo con dulzura a su oído.

-Si lo es Ana.- Suspira. -Mira, quizás en el mundo de Vanesa, Malú, Pili o Pablo estas clases de cosas suman, prensa, aunque sea negativa, los ayudan, en mi mundo no. Estos acontecimientos pueden llegar a condicionarlo todo, ¿entiendes? Pueden comerte viva por cosas así. Y Héctor es un Helliwell, no puede cometer semejante tontera.-

NalanaOnde histórias criam vida. Descubra agora