Capítulo 33

1.2K 69 20
                                    

Narra Nali

Regresamos a casa, Ana está destrozada, en la sala nos esperan ansiosos sus padres y mis abuelos junto a Fer, Ana no habla, coge a Fer en brazos y se va a la habitación, seguida de Peca, su eterna cómplice.

-¿Qué ha pasado, hija?- Pregunta mi abue.

-Ernesto es el padre de Fer.- Respondo sumamente triste, apoyando mi mano en su hombro.

-¿Qué? Eso no puede ser, mi hija estaba segura que no lo era.- Dice Malena muy sorprendida.

No respondo, elevo mis hombros como muestra de lo desconcertada que también estoy. Hago señas indicando que voy donde Ana está y me retiro.

Llego a la habitación, ella está sentada en el suelo de espaladas a la puerta, con Fer en brazos y Peca a su lado.

-Perdóname, mi vida, perdóname.- Dice a Fer entre lágrimas. -No te mereces esto, mi pequeño príncipe.-

Me duele muchísimo verla así, mis lágrimas buscan abrirse paso, pero no puedo llorar, no ahora, ella me necesita fuerte.

-Oye, oye, oye, ¿qué es eso? ¿Estás loca?- Digo mientras me siento poniendo mis piernas a su alrededor, la abrazo fuerte y hundo mi cabeza en su cuello. -No digas eso, bebé, ¿vale? Eres una gran madre, Fer es muy afortunado de tenerte.-

-Una gran madre que ni siquiera recuerda haber estado con el padre de su hijo.- Responde irónica. -Tu tampoco deberías estar conmigo.-

-Pues lamento informarte que esto me condena a quedarme contigo por el resto de tu vida.- Digo señalando el anillo, en tono bromista intentando hacerla sonreír.

-Pues no deberías. Siento asco de mi misma, Nali.- Confiesa llena de rabia mientras sus ojos vuelven a llenarse de rabia.

-Basta. No permito que hables así de ti.- Digo poniéndome seria. -Óyeme muy bien, Ana, eres maravillosa, la mujer más increíble que he conocido en mi vida. No quiero que vuelvas a decir eso de ti.-

-No te merezco, Nali, yo...- Baja la cabeza, no puede continuar.

-Ana, soy yo la que no merece tanto, ¿acaso no te das cuenta? Tú le diste sentido a mi vida.- Digo poniéndome frente a ella, que levanta su mirada ante mi comentario, sorprendida. -Antes de ti yo vivía solo para trabajar, todo el día, a todas horas, y muchas veces me preguntaba para qué, a dónde iba todo eso que hacía. Me sentía sola, aun cuando convivía con una persona, no era feliz, Ana.- Niego con la cabeza. -Hasta que cierta señora antipática se me cruzó en el camino.- Digo tentándola, ella me regala una leve sonrisa. -Entonces todo tuvo un sentido, las noches durmiendo en hoteles, se transformaron en ganas de un hogar, de una familia.-

-Y yo te alejé por idiota.-

-Y fue el peor año de mi vida.- Remarco y achico mis ojos al mirarla. Ella vuelve a sonreír. -Eso solo me hizo notar lo mucho que te necesito. Ana, me has dado todo, ¿no lo ves? Me dejas ser parte de tu vida y criar a tu niño a tu lado, es un privilegio maravilloso. Vosotros sois mi todo.- Le doy un beso en la frente a ella y acaricio el rostro de Fer. -Lamento decirte que no te vas a librar de mi ni aunque lo quieras.-

-¿Me lo prometes? ¿Prometes que no me libraré de ti ni aunque lo quiera?- Pregunta de una forma tan dulce y frágil que me derrite.

Me levanto, cojo a Fer en brazos, la tomo a ella de la mano y la llevo a la cama. Me acuesto, con Fer sobre mi pecho, hago seña para que ella se acomode a mi lado y así lo hace. Apoya su cabeza sobre mi pecho, llamo a Peca para que suba también y queda a nuestros pies.

NalanaWhere stories live. Discover now