Mi pasado difícilmente se cuenta como "había una vez", el de todos ¿No? Me gustaría ser de aquellas personas que cuentan sus vivencias como anécdota para reír entre los círculos con sus amigos, pero lastimosamente cada historia mía comienza con "de esto aprendí".
Es bonito cuando lo puedes decir de verdad, como yo en ese momento.
—El universo de los seres místicos es diferente a lo que los humanos creen, comenzando porque no estamos peleados con los ángeles —suspiré—. son como nuestros primos lejanos, así que en cierto momento puedes volverte amigo de ellos, a veces muy amigos.
—Ay no.
—¡No te rías!
—No me estoy riendo, solo creo que me adelanté a los hechos.
—Pff, déjame dudar de tus capacidades —puse ambas manos detrás de mi cabeza—. es decir, una persona temeraria y mentirosa no suena al tipo que adivina historias de romance trágicas.
—Deberías trabajar en tus complejos, los estereotipos que tienes sobre los demás.
La forma en la que solía hablar me seguía sorprendiendo, era como si estuviera recitando frase aprendidas, sin pensarlo. Era fría y directa a dejar huella en mis pensamientos, inclusive si no hablaba mucho con ella.
—Lo sé.
Mierda, no me gustan los recuerdos.
—¡Bells! ¡Bells! ¡Bájate de esa nube! ¡Te vas a caer! —me gritó Moon sin embargo, no le hice caso y salté de esa a otra más alta.
Lo rememoro como una relación infantil, pura y bastante aburrida comparada a los relatos dramáticos que cuentan los libros, no hubo nada a qué llamar pasional más que dolor. Es curioso cómo en cierto momento podemos llegar a creer que el romance es de una manera, para descubrir que estuvimos equivocados todo ese tiempo.
—¡No! ¡Es algo importante Moon!
—¡No puedo subir tan alto como tú! ¡Las nubes están desapareciendo, las estrellas saldrán pronto, baja que vas a caer!
—En un segundo —repetí alcanzando una pequeña estrella rosada, bajé de donde estoy hasta ella—. mira lo que te traje.
—¡Tonto! —me regañó—. te pudiste haber lastimado y no soy tan buena volando como para llevarte, además ¿Qué significa eso?
—Soy inmortal, no pasa nada —le entregué la estrella entera—. Cada vez que no estemos en esta dimensión, puedes tener por seguro que son las mismas estrellas las que nos iluminan, esta es mi aprecio por ti.
—Eres el demonio más encantador que pudo existir. —me susurró.
—Eres el ángel más bonito que pueda habitar mi corazón, tal vez tú seas la luna, pero yo te daré las estrellas.
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Un demonio enamorado
Romance¿Quieres saber como tener un demonio a tus pies? * 💗* El príncipe más encantador del infierno fue expulsado por fallar su prueba de coronación, Belcebú, un adorable y poco convencional pecado capital, ha caído del cielo a la tierra en la habitació...