<< Cuatro >>

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JiMin estaba completamente cansado, el mar de emociones que iban y venían cuando estaba cerca del joven Jeon no tenía fin. Se sentía bien, no lo negaba, pero aun así existía algo que no calzaba del todo.

Mientras que, por otra parte, JungKook no sabía cómo explicarle a su amado el verdadero motivo de su venida que, por cierto, de no haber llegado a tiempo, JiMin ya no existiría probablemente.

Los brazos del joven Jeon siempre fueron reconfortantes. Cálidos. Protectores. Brazos por los que JiMin esperó casi toda su vida, y ahora por fin los podía tener, eran solo suyos. Pero aun así el dolor seguía, quemaba como si de fuego se tratara, dejando horribles cicatrices en su delicado corazón.

Muchas veces, JiMin se cuestionó la razón de aquella tragedia a la que comúnmente llamaba vida. ¿Qué error cometió para merecer tal castigo?, si no fuese por esperado príncipe azul, la vida no tendría sentido.

•••

Después de estar abrazados por un largo rato, JiMin ya sentía sus ojos pesar y arder, había llorado demasiado, otra vez. Se alejó delicadamente del pecho de Jeon para mirarlo fijamente. Se había puesto más guapo, y es que con toda esa amargura que llevaba dentro no se había dado del tiempo necesario para observarlo, era precioso, en cambio él, parecía un esqueleto con grandes ojeras.

"¿Disfrutando la mirada, pequeño?" Soltó Jeon en tono de burla para alivianar el ambiente.

Jimin se tornó rojizo de inmediato.

Vamos Park, contrólate.

"Hmm, no sé a qué te refieres" JungKook soltó una ruidosa risa.

Mierda, ¿qué hice mal?

"Oh, ¿Estás seguro?, ¿Qué hay de tu rostro? Eres como un pequeño tomate"

JiMin llevó las manos a su rostro para sentirlo completamente caliente y luego taparlo con estas mismas, moría de la vergüenza, este hombre lo iba a volver loco.

"Hey" Lo llamó Jungkook, "No pasa nada, ¿sí?" Esbozó una sonrisa y lentamente quitó las manos del rostro del rubio mientras iba acercándose lentamente a él, susurró en su oído "Te extrañé demasiado, sabes"

El corazón de Jimin palpitaba a mil por hora, ¿Qué sucedía? ¿Por qué actuaba así?

Quizás porque había esperado diez años para esto, para tener la libertad de abrazarlo y contemplar su rostro, ese que ahora tenía una mandíbula perfilada, pero que aún conservaba la ternura de antaño.

"Yo... Yo también" Habló Park, al tiempo que sus dedos viajaban por todo el pecho de Jeon hasta finalmente enredarse en ese frondoso cabello negro azabache.

"¿Cuánto?" Volvió a susurrar el otro, erizando todos los vellos de la piel de JiMin.

"L-lo suficiente para d-diez años" Contestó el rubio.

El siguiente movimiento de este último fue volver a enterrarse en el cálido y fornido cuerpo del otro.

Ha cambiado... Pensó el bajito, pues ya casi nada quedaba del delgado cuerpo que antiguamente poseía el ajeno.

"Vamos Minnie, vamos a la cama"

JiMin se asustó por esa frase y sus músculos se tensaron al darse cuenta que JungKook lo cargaba sujetándolo de las piernas.

¿Qué pretendía el otro?

Pero sus miedos se esfumaron cuando delicadamente fue depositado en la acolchada cama y cubierto con algunas sábanas.

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