VIII: Entonces... ése es Jesús.

388 66 13
                                    

La entrada del hotel se mantenía en su fachada de elegancia y lujo, algo que siempre veía ya que eso era en lo primero que me fijaba. Harry se estacionó en el aparcamiento principal del hotel, apagó el motor de la camioneta y ambos nos bajamos de esta.

-Stacy Powell, prepárate para oír la historia más emocionante que marcó a la humanidad. -Expresó sonriente el rubio caminando hacia el interior del edificio.

Lo seguí en completo silencio a la par que observaba el lobby del hotel, llegamos hasta la recepcionista y tras Harry decirle unas palabras ella le dio dos pases y caminamos hasta un pasillo amplio, por el cual caminamos para llegar a la sala de recepciones del hotel.

Las sillas estaban mayormente llenas por personas que andaban bien vestidas pero nada ostentosas ni lujosas.

Se veían... diferentes.

-Por aquí. -El rubio buscó dos asientos en la primera fila y realmente quise matarlo por ello.

Resoplé sentándome junto a él y me crucé de brazos, esperando a que comenzara la dichosa conferencia.

-¿Cuándo va a comenzar? -Pregunté algo hastiada mirando aún el pequeño escenario de la sala.

El ojiverde sonrió divertido al verme.- Ten paciencia, princesa sin corona.

Solté un bufido de fastidio y seguí mirando el escenario, hasta que un hombre en traje limpio y arreglado subió para posicionarse en el improvisado... ¿púlpito se llama?

-Dios les bendiga a todos, sean bienvenidos a la conferencia titulada: la historia de Jesucristo. -Inició el hombre de semblante pacífico, radiante y amable a la vez.- iniciemos primeramente con una oración, oremos hermanos.

Todos se pusieron de pie y empezaron a decir palabras o frases referentes con Dios o algo así, como si hablaran con aquel ser que no se ve físicamente. Cuando acabaron volvieron a sentarse y Harry me sonrió un momento.

-Bien, nos vamos al libro de Mateo primeramente... -Decía el conferecista abriendo un libro negro, que supuse era la famosa Biblia.

-Hoy sabrás sobre Jesús. -Susurró a mi lado el rubio antes de indicarme que leyera junto con él la Biblia.

Con cierta duda me incliné hacia él, leyendo el libro que el conferecista había mencionado.

◼ ◻ ◼ ◻ ◼ ◻ ◼ ◻ ◼ ◻ ◼


11:00am.

La historia de Jesús había resultado interesante para mí por alguna razón oculta, me era inimaginable el cómo Dios envió a Su Hijo a la tierra nada más por nosotros, una creación hecha del polvo.

Y durante toda la conferencia me repetía: ¿por qué lo hizo?, ¿qué valor tenemos nosotros?

Mi pensar había cambiado radicalmente, tanto que había comenzado a cuestionar mi vida de millonaria y perfecta; desesperadamente me pregunté si tenía un propósito mayor... que sólo tocar el arpa para ganar fama y admiración de todo el mundo.

¿Quién soy yo realmente?, ¿qué significado tiene mi vida?

¿Y cómo pude cambiar de opinión en un día?

-Aquellos invitados que deseen aceptar a Jesús, repitan conmigo esta oración.

Tales palabras provocaron que alzara mi cabeza con una expresión de asombro grabada en mi rostro, ¿aceptar a Jesús?

Mordí mi labio, indecisa en si hacerlo o no.

Pero a la final opté por no hacerlo.

-Dios les bendiga y pasen buen día. -Se despidió el conferencista antes de bajar del escenario.

Todos se levantaron allí y se saludaron alegres y cordiales, la amabilidad allí era genuina y no fingida.

-¿Qué te ha parecido? -La voz de Harry me sacó de mis pensamientos.

Lo miré y asentí levemente con la cabeza, algo perdida por todo lo sucedido hoy. Mi mente necesitaba meditar cada enseñanza de hoy, necesitaba colocar correctamente las piezas.

-Quiero irme... por favor... -Susurré absorta aún en mis pensamientos, quería irme de allí en ése mismo momento.

Harry no objetó ni dijo más nada, procedimos a salir de las instalaciones del hotel y subimos en su Range Rover. El silencio dentro del vehículo era tenso, pero no tenía intenciones de romperlo tampoco.

Al dejarme en casa, sólo se despidió y siguió su camino hacia la suya mientras yo me adentraba a mi hogar.

Fui directamente a mi habitación y me senté delante de mi arpa, comenzando a tocar una melodía improvisada y tranquila.

-Jesús... el Hijo de Dios... -Musité rasgando las cuerdas del arpa con mis dedos.

¿Realmente él puede salvar y sanar a todos?


◼ ◻ ◼ ◻ ◼ ◻ ◼ ◻ ◼ ◻ ◼





Bueno, el impacto de nuestro Señor en Stacy se ha hecho notar! 👌 Veremos cómo se desarrollará todo más adelante~ 👀 comenten y voten! 🙏








¡Dios les bendiga!

Heaven's Symphony 🔛 || Libro #2 Saga: Música CelestialDonde viven las historias. Descúbrelo ahora