Especial: Mr & Mrs Hamilton

486 67 12
                                    

Maldivas, Asia del Sur.

8:00am.

El oleaje del mar estaba tranquilo y su parsimonía creaba un hermoso sonido relajante, el cielo azul y despejado era iluminado por los potentes rayos del Sol y daban una calidez agradable a todos los habitantes de aquel lugar.

Heaven ahora de Hamilton, admiraba el playero paisaje desde el balcón de la habitación de hotel en la que estaba con su esposo, disfrutando abiertamente del lugar.

-Dios, gracias por esta maravillosa oportunidad. -Murmuró sonriente la chica de ojos como el color del cielo, admirando la vista.

Cedric seguía aún dormido dentro de la habitación, estuvieron hasta tarde viendo una película cristiana que había captado la atención de ambos y cayeron rendidos cuando había acabado, más que todo el hombre de ojos ámbar.

Heaven cerró sus ojos un momento, meditando en todas las cosas que vivió con Cedric antes de casarse; ambos pasaron por muchas dificultades y pruebas muy duras, que terminaban hiriéndolos a los dos casi siempre.

Pero al final, Dios hizo que el amor en ambos prevaleciera y ahora se hallaban juntos hasta que la muerte los separase.

-Siempre te despiertas temprano. -Una voz ronca se escuchó detrás de la violinista, seguidamente dos fuertes brazos rodearon su cintura en modo de abrazo.

La pelinegra rió suavemente y llevó su mano hacia la barbilla levemente rasposa de su esposo, acariciándola con sus delgados y pequeños dedos.- Es la costumbre, lamento si te incomodo cariño.

El rubio negó sin dejar aquella sonrisa, apoyó su barbilla en el hombro de su esposa y miró el horizonte marino junto a ella.

-Este lugar es hermoso, ¿cierto? -Murmuró Cedric sin soltarse aún de la cintura de la chica.

La menuda asintió levemente con la cabeza.- Dios creó los paisajes más hermosos del mundo, ¿verdad?

Cedric la miró fijamente, grabando cada facción del rostro de su chica.

-Sí, Él creó cosas muy hermosas y perfectas. -Susurró mirándola fijamente con sus ojos ámbar clavados en su rostro.

Heaven entendió a lo que se refería y el sonrojo no tardó en ocupar sus mejillas, el mayor la hizo girar suavemente para que lo encarara y tomó su rostro entre sus grandes manos.

-Te amo, mucho.

La pelinegra miraba embelesada los ojos de su amado, sintiéndose envuelta por la belleza de esos orbes como la gema ámbar. Colocó sus pies en puntitas y tomó la nuca de Cedric, atrayendo sus labios a los de ella.

Y con mucho gusto, el pianista correspondió a aquel cálido y dulce beso de parte de su amada esposa.

-También te amo, Cedric.

◼ ◻ ◼ ◻ ◼ ◻ ◼ ◻ ◼ ◻ ◼

Los dos se arreglaron para ir a desayunar en el restaurant del hotel en donde estaban pasando su luna de miel, iban tomados de la mano mientras hablaban de diferentes temas.

Al llegar se sentaron en la sección de meses al aire libre con vista hacia el hermoso mar de Maldivas.

-Pidamos ensalada de frutas para comer al final del desayuno. -Sugirió Cedric mirando la carta del menú.

-Me parece bien. -Sonrió la chica leyendo la suya.

El mesero vino hasta ellos y tomó la orden, luego de anotar todo correctamente se dirigió a la cocina para entregar la nota del pedido; cerca de ellos había una pareja de casados con dos pequeños niños, los cuales reían felices junto a sus padres.

Aquella escena llenó de ternura el corazón de la ojiazul.

-En dos años más adelante... ¿te gustaría tener hijos? -Preguntó serio el rubio, levemente ruborizado ante la idea.

A veces el serio Cedric Hamilton aparecía en algunas ocasiones, justamente en una de esas.

Heaven lo miró sorprendida al escuchar sus palabras, pero enseguida esbozó una amplia sonrisa.

-¡Sí! Tengamos tres. -Pidió pestañeando varias veces para convencerlo.

El pianista alzó una ceja, se inclinó hacia ella y golpeteó levemente la blanquecina frente de su esposa con dos de sus dedos.

-Está bien, niña, serán tres pero espero que no hereden tu torpeza. -Lentamente alargó una sonrisa torcida con expresión burlona hacia ella.

La chica hizo un puchero frunciendo el ceño a medida que frotaba su frente.- ¡Eres cruel!

Con eso último el muchacho carcajeó en gran manera, realmente ella era muy adorable cuando se molestaba por algo que él dijera.

-No lo soy, y me amas. -Sonrió divertido apoyando el mentón en la palma de su mano, sin dejar de observarla.

Heaven negó sonriendo, era cierto que igualmente lo amaba.

Y no dudaba de que lo amaría siempre hasta que la muerte los separara o cuando Cristo regresara, por lo que ambos se esforzarían por sacar adelante su matrimonio sin importar las pruebas que pudieran venir sobre ellos.

El amor todo lo soporta y todo lo sufre al fin y al cabo.

◼ ◻ ◼ ◻ ◼ ◻ ◼ ◻ ◼ ◻ ◼

Quise subir este especial porque sé que muchos querian saber qué pasó con la pareja de la primera temporada, y aquí les traje esto como disculpa en haber puesto a Heaven's Symphony en pausa 😔 espero que la inspiración regrese pronto para esta historia 🙏














¡Dios les bendiga!

Heaven's Symphony 🔛 || Libro #2 Saga: Música CelestialWhere stories live. Discover now