Colors *EDITADA*

Capítulo 25 parte 2 *Editado*

Pov's Nina Nekrásov

Solo quiero llegar a casa, con lo sucedido hace unos momentos mis energías disminuyeron haciendo que mi cuerpo solo pida a gritos descansar, me duele la cabeza y mi labio que obviamente debe estar partido. En algún momento pensé que me matarían y por esa razón me quiero alejar de Stephen desde que estoy con él los problemas han llegado, es como si fuera mi mala suelte y esto fue hasta el límite, para mi él sólo fue una diversión que se me paso de los límites y termino gustándome, pero me canse de sus mierdas.

En ocasiones Stephen me mira de reojo, pero lo ignoro a cada minuto mirando hacia la ventana, Detroit sigue estando a oscuras deben ser las 4:00 o 5:00 de la mañana, hace mucho frío y la lluvia cae y cae sin parar.

Me costara deshacerme de Stephen estoy segura de que no me dejara ir tan fácilmente.

Llegamos al penthouse y con rapidez salgo del automóvil dando un portazo, no lo quiero ver por mucho tiempo. Cuando abro la puerta alguien me empuja adentrándose al penthouse.

—¡Stephen lárgate de aquí no quiero verte! — grito susurrando así no llamar la atención de los demás si es que están aquí.

—No me iré de aquí hasta curarte eso y cerciorarme de que estarás a salvo— me dice mirándome con sus ojos azules penetrantes.

—Contigo nunca estaré a salvo así que lárgate — apunto la puerta y el niega con la cabeza decidido. —¡maldición! — grito a todo pulmón y cierro la puerta de un portazo, nos subimos al ascensor que nos lleva directo a mi habitación.

Entro a mi habitación a regañadas y enciendo la luz mientras que Stephen va directo al baño.

—Nina siéntate, te curaré— me dice llegando con el maletín de primos auxilios, ruedo los ojos y suelto un bufido.

—Puedo hacerlo sola, no es necesario que estés acá— le digo sonriendo falsamente, Stephen me fulmina con la mirada y toma mi brazo sentándome en la cama bruscamente.

—Cierra la boca, ya me está jodiendo tu mal humor — habla entre dientes y comienza a sacar el algodón y el alcohol con brusquedad.

Unta el algodón en el alcohol y me lo pasa por mi labio. —¡Auch! — grito cuando lo pasa bruscamente en mi labio haciendo que me arda más de lo que estaba. —No seas bruto, ten más cuidando — le digo golpeando su brazo, el frunce el ceño y sigue su trabajo, pero esta vez con más cuidado.

Al terminar bota lo que ocupó, en tanto que me siento en forma de indio en mi cama.

—Bueno ya me curaste y te asegurarse de que estoy a salvo, ya te puedes ir. Adiós — le digo sonriente cuando sale del cuarto de baño.

Muevo mi mano despidiéndome de él, pero Stephen se sienta en un sofá que queda al frente de mi cama y se cruza de brazos.

—Esperaré a que te duermas y me voy— dice y mi sonrisa desaparece, que hombre más insistente, definitivamente lo odio

—Es una pérdida de tiempo pelear contigo— le digo y él se encoje de hombros, suelto un bufido y me levanto así colocarme el pijama.

Camino hasta el armario en donde saco una camiseta de tirantes y unos pequeños shorts, comienzo a quitarme la ropa quedando solo en bragas y brasier, me giro a ver a Stephen que me mira embobado.

—¿Te gusta lo que ves? — le pregunto mientras muevo mis caderas seductoramente, Stephen se muerde el labio y me guiña un ojo.

—Me encanta — dicen con su voz ronca y me recorre con la mirada.