💐Kou y Tú💐 ×Solo Mía ×

💐Cap. 5💐

=Tengo derecho a saberlo=

Me desperté con los finos y claros rayos de luz que traspasaban las cortinas. Me levanté de la cama, creyendo que todo había sido un sueño. Fui a lavarme la cara cuando me di cuenta de que:

1- Estaba en ropa interior.

2-Esta no era mi casa y mucho menos mi habtación.

3-Kou me estaba mirando con una pícara sonrisa en sus labios.

Automáticamente corrí a meterme de nuevo en la cama, hecha un tomate.

-La próxima vez que vengas a mi mansión, asegúrate de ponerte un sujetador que no esté roto.- Dijo en tono burlón.

-¡Cállate, los demás estaban mojados por la colada! Además, quién te crees que eres para desnudarme de esta manera.

-Tu futuro esposo,obviamente.

Me di la vuelta, sonrojada ante su repentino comentario. No me lo esperaba en absoluto.

Noté cómo sus manos recorrían las curvas de mi cuerpo. Acariciaban cada parte de mí, haciéndolas experimentar eso a lo que algunos llaman "placer" o "éxtasis". No me salían las palabras; en el fondo quería que siguiera.

Sus suaves labios besaron de arriba a abajo mi delgado cuello. Le miré a los ojos y vi en ellos algo que me hizo recapacitar sobre si era un humano o no.

-¿Ya te has dado cuenta?- Susurró, pasando su lengua por la comisura de los labios.

-Sí.

-¿No tienes miedo de que te haga daño?

-No tengo miedo de aquel que amo.

Mi respuesta le hizo sonreír gentilmente; No sin antes abrir los ojos enormemente, como muestra de sorpresa.

-No creí que algún día te escucharía decir eso.

-Lo acabas de hacer pues.

Intercambiamos una mirada de complicidad antes de que nuestros labios se juntaran en un tierno y lento beso. Mi mente permanecía en blanco. Estaba sumergida en su ser, agena de todo lo demás. Sus caricias, cual brisa meciendo las hojas de los árboles, me hacían sentir algo que nunca antes había experimentado.

Debido a la falta de aire, separamos nuestros labios.

-Soy un completo adicto a ti.- Susurró, dándome un fugaz beso en la nariz.

-Sr. Mukami, podría decir lo mismo de usted.-Respondí con tono formal.

Volvió a sonreír, esta vez dejando escapar algunas carcajadas. De repente, la puerta se abrió dejándonos totalmente desarmados.

-Oe, Kou, ¿Llevaste al final a la cerda a su cas...- Yuma no llegó a terminar la frase debido a su sorpresa. Recordé que estaba en ropa interior y volví a taparme. Una llama de decepción y celos se reflejó en los ojos del muchacho. Dejó salir una mueca de asco dedicada al rubio e hizo un ademán de irse.- Ya sabes lo que le pasará si se queda.

-Por encima de mi cadáver.- Respondió serio Kou.

Finalmente, Yuma salió de la habitación, cerrando la puerta tras de sí. Me dirigí hacia la única persona en la que de momento podía confiar.

-¿A qué se refiere?

-No necesitas saberlo ahora.

-Kou. Tengo derecho a saberlo.

Me miró fijamente y pude ver su entristecido rostro.