Capítulo 59: Enlazados

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-Esa sonrisa. Esa sonrisa siempre me augura problemas. Problemas de los que disfruto ignorando el precio final, pero problemas al fin y al cabo.

Harry respondió a las palabras de Zayn mordiéndose el labio inferior con coquetería. Lo hacía sacando levemente sus dientes superiores y hacía a Zayn desear comerse esos labios hasta dejarle sin fuerzas.

Y Charlotte estaba dormida. Lo cual hacía eso altamente posible.

Que la niña comenzase a dormir las noches completas había mejorado y mucho su vida conyugal.

Tenía que aprovechar antes de que el nuevo miembro de la familia Malik saliese de la seguridad del vientre de su padre.

-No puedo evitar que se me dibuje una sonrisa cuando todo sale según lo previsto.

-Dios bendito, mi amor, tú nunca te aburres.

Harry se rió. Jamás. Su mente siempre encontraba la forma y manera de encontrar un entretenimiento pero hacer de cupido había resultado el mejor de todos ellos.

Zayn se dirigió hacia él, y se colocó sobre su cuerpo haciendo que Harry quedase sin aire.

-Yo tengo un chismorreo que tú no sabes -dijo al fin.

-Yo me entero de todo.

-De esto no.

Harry entornó los ojos.

-Ponme a prueba.

-Están abriendo y preparando la casa Tomlinson. La están aireando y haciendo limpieza general.

-¿Vuelven?

-Vuelven. Y hasta donde yo se, Louis tuvo una niña hace unos meses. Esas fueran las últimas noticias que llegaron.

-Hope Morgan. Un nombre precioso.

-Tengo muchas ganas de verles.

-Hay que invitarles en cuanto lleguen.

-Me siento orgulloso de haber logrado enterarme de algo antes que mi esposo, el cual es todo oídos.

-Deberías...

-Ahora toca recibir un premio.

Harry se lamió los labios

-Debería hacerlo...

-Pero no lo vas a hacer porque quieres escuchar y estar atento a lo que pasa en los pasillos y los cuartos de nuestros invitados.

Harry se cubrió la boca.

-Perdón.

-No importa. Te lo cobraré más tarde.



Declan se cubrió con las mantas. Tenía que respetar la casa de sus anfitriones. Tenía que respetar a Isaac hasta que pudiese hablar con él y pedirle su mano.

Estaba en celo. No podía tomar decisiones conscientes por si mismo y él debía respetarle.

La puerta de su cuarto se abrió. Supo quien era aún antes de que dijese nada.

Era Isaac.

Se incorporó. Isaac iba en camisa de dormir. Su rostro estaba desencajado, su cuerpo mostraba las evidencias de su deseo y del celo. Tenía el cabello húmedo y pegado a la cara.

-Te necesito -dijo con voz entrecortada.

-Isaac, Dios... - a Declan se le quebró la voz al mismo tiempo que la fuerza de voluntad.

Isaac se quitó la camisa y reveló ese cuerpo que había fascinado a Declan en Escocia. Fibroso, delgado. Pequeño pero bien formado.

Declan abrió las sábanas para dejarle espacio. Isaac entró en la cama y se colocó sobre él.

-Isaac... tenemos que hablar antes...

-Lo sé. Estuvo mal lo que hice. Tenía miedo. No me sentía suficiente para ti. Pero siento que el egoísmo gana mi batalla interna y que nada me importa más que estar a tu lado. Puede que no sea suficiente, pero si tú crees que lo soy no hay nada que nos impida estar juntas.

-Puedes concebir un hijo esta noche.

-Nunca me arriesgaría a eso si no supiera que eres mi alfa y el hombre de mi vida.

-De acuerdo porque no voy a dejarte ir.

Isaac le besó y Declan le colocó bajo él.

-¿Recuerdas cómo fue en Escocia? Será un millón de veces mejor, o eso dicen.

Isaac gimió. Declan le abrió las piernas y se encontró un pasaje húmedo, ansioso de él. Los muslos brillantes por la humedad del deseo.

Declan entró en él y lo hizo con tanta facilidad que se encontró llenándole de un solo empujón.

Isaac gritó.

-Te haré el amor hasta que estés absolutamente satisfecho y agotado.

Isaac se movió bajo él. Declan le chupó la marca y empezó a moverse, empujando y chocando su duro miembro contra las paredes calientes y mojadas del pasaje de su omega.

Que chilló desesperado y se corrió, sus músculos presionando el pene de Declan. Que sonrió satisfecho y duro aún, completamente dentro.

-Ahora que estás más tranquilo puedo decirte lo que quería.

-Quiero que sigas. He estado esperando por esto demasiadas semanas...

-Quiero todo. Quiero que seas mi esposo. Te haré todo como se debe. El cortejo público, la solicitud de matrimonio, unas semanas de noviazgo, una boda. Todo. -Se movió sin salirse de su interior  – Isaac, se mi esposo.

Cuestión De Dos ||Wive||Zarry||Niam||Lason|| Historical-Fiction|| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora