「capíтυlo 6」

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Al llegar la hora de la comida, la familia Ferrec se reunió en el comedor para probar la deliciosa comida que había preparado Lauralie.

YoonGi ayudó a la mujer a llevar los platos a la mesa, pero cuando llegó, su mirada de inmediato se posó en aquel jovencito de cabellos grises que ahora no llevaba una máscara completa, sino que utilizaba una especie de antifaz que lograba cubrir un poco más de la mitad de su rostro, dejando al descubierto su boca.

Los ojos del peli negro por alguna razón no podían apartarse de aquellos preciosos labios rosados y abultados, eran una completa tentación.

Y a pesar de que los ojos del peli gris no se veían gracias a la maya negra, éste mantenía su vista fija en YoonGi, por lo que una sonrisa de lado se formó cuando se dio cuenta de que el muchacho lo estaba mirando atentamente.

A propósito chupó sus labios haciendo tragar grueso al mayor, quien de inmediato apartó la mirada y una vez dejó los platos sobre la mesa, se retiró dando pasos grandes y rápidos.

Transcurrida una hora, YoonGi se encontraba caminando por el pasillo hacia su habitación cuando de pronto sintió una mano sujetar su brazo.

Su espalda se estampó contra la pared y vió dos manos pequeñas recargarse en la misma a sus costados.

—Así que... ¿Trabajarás aquí? — preguntó el peli gris con sorna.

El peli negro se mantuvo serio, mirando esos carnosos labios moverse mientras salían palabras a través de ellos.

JiMin volvió a mojarlos con su lengua y lentamente se acercó hasta que éstos pudieron rozar con los labios del mayor.

—¿No tienes miedo?

La respuesta hubiera sido un "si", claro si se tratase de otra persona, pues YoonGi tomó las muñecas del menor repentinamente y con brusquedad lo apartó para después azotarlo contra la pared, haciendo a JiMin sobresaltarse.

El peli negro presionó las manos del menor contra la superficie dura y aquella mirada fría hizo a JiMin estremecer.

—No intentes jugar conmigo — advirtió con un tono gélido —.No me das miedo, yo vine aquí con un solo propósito, no a ver si los rumores eran verdad, así que mejor no te acerques a mi... No tengo ganas de jugar contigo.

JiMin se quedó callado viendo como YoonGi se alejaba con pasos rápidos hacia su habitación.

Su corazón golpeaba fuertemente contra su pecho, una sensación que no había sentido desde hace mucho tiempo.

No sabía si se sentía intimidado o atraído por aquel chico de mirada penetrante. Sobó sus muñecas y lamió nuevamente sus labios. Quería saber más acerca del nuevo trabajador.

[...]

El canto de los grillos se escuchaba en aquella noche junto con el sonido del viento que hacia bailar las ramas de los árboles. Todo estaba en completo  silencio hasta que de pronto se escucharon fuertes golpes en la puerta principal.

Louis se levantó de inmediato y Amélie tardó un poco más en salir de entre las sábanas. Los golpes eran demasiado insistentes.

Al escuchar el ruido, JiMin se paró frente a la ventana de su habitación y ahí se quedó de pie mirando al hombre que estaba afuera. Lo reconocía perfectamente, era el mismo hombre al que había dejado ciego hacía tan solo unas horas.

YoonGi salió de su habitación y junto con Louis caminaron hacia la puerta. En cuanto abrieron, el hombre se lanzó violentamente tratando de entrar.

—¡Cielo santo! — exclamó Louis tratando de detenerlo — Señor Vuitton, por favor detengase.

—¡Necesito verlo! ¡Por favor! — gritaba el hombre desesperado.

YoonGi permanecía en silencio observando y sujetando al hombre con poca fuerza hasta que su mano Y lo liberó.

El señor Vuitton logró pasar y como si supiera a donde iba, corrió hacia las escaleras empezando a subir.

—¡Señor lo lamento! — dijo Min corriendo detrás de él — No pude detenerlo, era más fuerte que yo.

—No es tu culpa, pero debemos sacarlo de aquí. No sé como atravesó las rejas — Murmuró.

El peli negro asintió y su expresión de preocupación cambió repentinamente a una sonrisa cuando no tuvo más la mirada del señor Ferrec sobre él.

Escucharon un grito y apresuraron el paso.

Al llegar al pasillo, no vieron al hombre por ningún lado, pero si la puerta de la habitación de JiMin abierta.

—¡Suéltame!

Louis se apresuró a entrar y cuando lo hizo, vió a Vuitton sobre su hijo tratando desesperadamente de tocar su cara.

Se acercó rápidamente y tomó al hombre de la cintura para alejarlo, pero en el intento, Vuitton sujetó la máscara y de un jalón esta salió volando hasta quedar en el suelo. Louis miró la máscara y supo que no debía mirar, pero su vista se clavó en YoonGi.

El chico de cabellera negra mantuvo la mirada fija en JiMin, quieto, hipnotizado por aquella belleza que el menor poseía, como si sus ojos estuvieran paralizados ante la imagen celestial del muchacho se cabellos grises, mismo que se reincorporó a los pocos segundos; sin embargo no se percató de que Jeon lo observaba, así que giró su rostros en su dirección y sin intención... lo miró.

вajo la мáѕcara || уσσимιиWhere stories live. Discover now