вajo la мáѕcara || уσσимιи

「capíтυlo 15」

「A menudo las máscaras ocultan lo que realmente somos, ocultan lo que odiamos y también lo que amamos. Las máscaras no lloran, no ríen ni sonríen, no sienten.
Son hermosas y esconden secretos, sueños, defectos y también recuerdos...

Algunas veces utilizamos máscaras por miedo, miedo al rechazo, al amor y deseo, miedo al engaño o la soledad.

Bajo mi máscara oculto mi maldición 」

Las pesadillas habían despertado al joven de cabellera negra horas atrás, y ahora se encontraba en la habitación de Jimin leyendo aquellas palabras en un cuadernillo que encontró sobre su escritorio.

Suspiró profundamente  y caminó hacia la ventana para admirar la preciosa luna que brillaba esplendorosa esa noche, pues aquellas palabras le hacían eco en la cabeza y pensó que de alguna forma, él también utilizaba una máscara, no una como la de Jimin, pero si una que escondía su verdadera personalidad.

¿Cuántas personas no ocultan algo bajo una sonrisa? Dolor, tristeza, enojo... locura... Una máscara sin duda peligrosa.

Suspiró nuevamente cansado, y justo cuando estaba por salir de la habitación, sintió un peso chocar contra su cuerpo.

—¡Te encontré!

—Emma.

—¿Qué?...¡Tú no eres él! ¡¿Dónde está?!

Preguntó la chica con evidente molestia buscando con sus manos llegar al dueño de dicha habitación, pero YoonGi simplemente la observó detenidamente y su corazón comenzó a bombear con fuerza de la rabia.

—¡Él es mío! ¡Debo verlo!

El peli negro se quedó quieto sintiendo una oleada de celos recorrer todo su cuerpo, así que frunció el ceño y entrecerró los ojos, hasta que ella dijo algo que lo sorprendió.

—¡Él me beso! ¡Él me beso!

—¿Qué?— la tomó de los brazos y trató de buscar la mirada inexistente de la chica— ¡¿Cuándo?!

La chica repentinamente sonrió, dando a demostrar que mucho antes de que Jimin la mirara a los ojos, ella ya estaba un poco loca.

—Lo dejé mirarme... ¡Porque el me besó! ¡Ahora me pertenece y yo le pertenezco!

A diferencia de las veces anteriores, Emma parecía consciente de lo que había hecho, como si a propósito lo hubiese buscado, pues su comportamiento era distinto al de los demás, como si esa hubiera sido su meta y su mente siguiera tal cual era antes.

—¡¿Cuándo te besó?!— volvió a preguntar YoonGi sintiendo un malestar en su interior.

—¿Estás celoso?— preguntó burlona.

—¡Respóndeme!

—¡¿Qué te importa?!— lo empujó a un lado y volvió a gritar— ¡Me besó! ¡Me haría suya! ¡¿Por qué Jimin?! ¡¿Por qué no lo hiciste?!

—¡Ya cállate!

La chica comenzó a reír escandalosamente y fue entonces que YoonGi, molesto la arrojó contra el suelo y posteriormente se sujetó la cabeza, sus manos comenzaron a temblar y sabía que debía controlar sus impulsos, pero el sólo imaginar los preciosos labios de Jimin siendo besados por otra persona que no fuera él le provocaba una furia incontrolable.

—¡Es mío! ¡Ahora soy suya para siempre!— gritó Emma riéndose como desquiciada.

—¡Ya cállate!