Capítulo 28.1

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Habían pasado algunas semanas desde el incidente, y yo aún no me atrevía a hablar con James. Cada vez que el intentaba ir a mi casa y hablar conmigo yo hacía que la seguridad lo sacara, no quería enfrentarlo, por qué verlo significaba pensar en mi bebé, en el bebé que un cerdo me había arrebatado.  Me miraba al espejo y no me reconocía, mi cabello estaba hecho un desastre y al parecer había perdido bastante peso, era evidente. Emocionalmente estaba destruida, lloraba todas las noches  y no podía pensar nada más que en como acabar con mi sufrimiento.

 — Mi amor, tienes que comer algo.— dijo mi madre.

— No tengo hambre, no quiero nada.

— Yo sé, pero tienes que intentar salir, intentar continuar con tu vida— dijo acariciando mi cabello. 

—Voy a intentarlo, iré a bañarme.

— ¿Quieres bajar a cenar en familia?— preguntó esperanzada

— Bueno— dije.

Me levanté de mi cama y fui hacía el baño, abrí la llave y me quité la ropa, me sumergí lentamente bajo el agua caliente que caía, en ese momento sentí una paz, la cual duró poco por que los recuerdos de la bala atravesando mi cuerpo regresaba, esta horrible sensación no se iba, saber que había perdido a mi bebé por una venganza me daba ganas de matarme también, pero no podía hacerlo, tenía que salir adelante por mi familia, por el amor de mi vida James, y principalmente por mi. Terminé de bañarme y me vestí con una ropa deportiva que encontré, peine mi cabello y bajé.

En la mesa se encontraban mis padres, mi hermano y mi abuela, todos esbozaron una tierna sonrisa en cuanto me vieron y yo intenté hacer lo mismo. Tomé asiento junto a mi hermano, el cual tomó mi mano y sonrió.

— ¿Estas bien?— preguntó algo nervioso.

  — Si— sonreí— Y ahora que estoy contigo mucho mejor.

— Que bueno— suspiró aliviado— ¿Quieres jugar conmigo? 

— Claro que sí— dije.

Dicho esto, se nos sirvió el almuerzo y tras unas divertidas historias que contó mi hermano, la tensión se fue disminuyendo, quería evitar la incomodidad, no quería que ninguno me preguntara por mi bebé, es más, no quería saber si ellos sabían que yo estaba embarazada.

El almuerzo transcurrió tranquila, y cuando todos terminaron cada uno se fue a sus respectivas habitaciones, mientras que yo simplemente me había sentado en el sofá de la sala de estar. El tiempo pasaba y yo estaba sumida en mis pensamientos, quería salir, quería tomar aire fresco, pero a la vez sabía que si lo hacía existía la posibilidad de encontrarme con James, y yo simplemente no quería hacerlo. 

— Hola— dijo una voz a mis espaldas.

— Hola— respondí sin abrir los ojos.

— ¿Cómo estas?— dijo y sentí como se sentaba junto a mi.— Simplemente quería saber como estabas, yo sé que no debe ser fácil pero sabes que cuentas conmigo para todo.

— Me duele todo, y tengo ganas de llorar todo el tiempo.— suspiré— Y quiero salir, Ethan llévame a pasear.


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¡Hola! Perdón por desaparecer casi un año, pero fue un año dificil. Aquí estoy de nuevo, y prometo subir todos los capítulos que tenía escritos. He aquí un adelanto del capítulo 28

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