02 Treat

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¿Admitir que el trasero le dolía como si hubiera sido su primera vez? No, ni loco lo haría.

Seokjin se encontraba bajo el agua caliente de una lujosa bañera perteneciente a la casa del único hombre con el que había follado dos veces en los últimos seis años. Tal vez por eso no había salido del agua aún, porque la vergüenza lo estaba carcomiendo por haber perdido su reputación tan adorada. Necesitaba recuperarla.

Cuando su erección hubo disminuido y sus músculos se hubieron relajado, se levantó dificultosamente de la bañera para envolverse con una bata que encontró allí en el a baño. Rodó los ojos, como era de esperar de un chico rico, tenía sus iniciales grabadas en el lado derecho del pecho.

»Otro más del montón« quiso convencerse, pero lo que estaba por hacer le daba la pauta a si mismo que no era parte del montón.

Salió del baño a paso cojo, encontrándose con aquel hombre comiendo cereal sobre la barra de la cocina. Taehyung, al notar la presencia del menor, dejó de lado su intento de desayuno y lo recibió con una sonrisa socarrona al ver que llevaba puesta su bata.

-¿Qué tal el baño? - Cuestionó con una mezcla de genuino interés y algo de burla. Obviamente seokjin le prestó más atención a la burla, así que decidió no hacer más larga su conversación y soltar de una vez lo que estaba pensando en el baño.

-Quiero hacer un trato contigo - Soltó, sorprendiendo al peligris, que no dudó en asentir cuando procesó aquello, permitiendo que el contrario continuara con su propuesta -Bien, supongo que a ti te interesa mi cuerpo; y a mi me interesa al tuyo. Me gusta mucho como follas, así que ¿Qué te parece si no te cobro pero hacemos esto más seguido? -

Si, el menor de los dos era una persona completamente desvergonzada a la hora de hablar de sexo, y eso para Taehyung era absolutamente interesante y excitante. ¿Por qué se negaría a tal privilegio? Si las curvas masculinas de Seokjin lo habían cautivado tanto.

No se molesto en darle una respuesta muy larga, solo caminó hacia el sofá y se sentó allí, palmeando sus piernas como respuesta a cualquier pregunta que se estuviera haciendo el chico.

Jin tampoco era un tonto.

-¿Prometes no dejarme a medio orgasmo esta vez? - Cuestionó, con una ceja alzada. Incluso cuando ya estaba dirigiéndose junto a él, dejando que la bata que tenía puesta se deslizara por sus anchos hombros y su fina cintura, provocando que esa escena tan sexy despertara al pequeño Taehyung, e hiciera que el dueño de este se mordiera el labio.

No fueron muchos segundos más tarde cuando Jin se encontraba sobre las piernas del mayor, con las propias a cada lado de su cuerpo, y su intimidad peligrosamente cerca de la pelvis del contrario.

Jin posicionó sus manos sobre sus hombros y Taehyung sobre la cintura de él. Ambos estaban completamente enganchados por la necesidad de tener al cuerpo del otro, caliente, sudoroso y lleno de placer.

El primero en actuar fue Taehyung, con sus manos grandes y fuertes delineando cada centímetro de la piel de Jin, sintiendo como la piel de este se erizaba de escalofríos por el solo sentir de sus manos tocando su cintura, su espalda, y bajando delicadamente hasta su cadera. Jin tenia los ojos cerrados, suspirando con pesadez por la sensación de suavidad; o así estuvo hasta que una fuerte palmada en su nalga izquierda lo hizo sobresaltarse. Abrió los ojos y se encontró con una sonrisa cuadrada que nunca había visto, pero que le estaba dando ordenes.

-Eres malo Seokjinnie, no puedes excitarme así y no hacerte responsable...- Y otra nalgada se hizo presente, arrebatandole un jadeo al menor. Ahora notaba un bulto debajo de los pantalones ajenos, rozando muy de cerca su ano. Tragó saliva.

El mayor bajó sus pantalones lo suficiente para que lo único que de interpusiera entre sus intimidades fuera la tela del bóxer, por el cual ya se asomaba la punta de su duro y perfecto pene que se unía tan bien al interior de Jin.

-Ya sabes que hacer - Expresó Taehyung. Seokjin asintió con falsa inocencia, pero al contrario de lo que el mayor esperaba, Jin empezó a mover su cadera en un vaivén pausado que rozaba su agujero y su falo contra el del contrario, haciendo que ambos se pusieran cada vez más duros por el tacto profundo que estaban llevando a cabo.

Un par de gemidos guturales fueron apartados de la boca del mayor de los dos, el cual, preso de la excitación, bajo su mano hasta el ano del contrario, donde sin avisar ingresó un dedo. Jin gimió, las manos del mayor eran el paraíso en la tierra; sus dedos jugaban en su interior a la perfección mientras que él mismo rozaba sus intimidades, sacándose gemidos mutuamente.

Se sentía vacío con solo dos dedos, por eso gruñó en manera de capricho. Pero el contrario negó con la cabeza, dándole a entender que no iba a darle más que eso por el momento.

Jin frunció el ceño un segundo, pero lo sustituyó por una mueca cabizbaja. Salió de encima de él y se recostó en el espacio vacío a su lado en el sofá. Antes de que el contrario dijera algo, empezó a tocarse.

Taehyung se sentía morir al ver como las dulces manos del menor se movían al rededor de su propio pene, bombeando con parsimonia mientras que sus ojos se cerraban en señal del placer que se estaba auto infringiendo. Cuando pasaron unos segundos, intentó tocarlo, pero Jin lo alejó con su pie, negando con la cabeza para así seguir con su cruel juego.

Minutos más tarde, el menor se removía sobre el cómodo sofá, al borde del clímax. Taehyung no aguantó más en ese momento y apartó las manos de Jin para así levantar sus piernas lo suficiente para penetrar su ya dilatada entrada. Los gemidos de Jin pasaron de ser un sonido bajo y delicado a ser más fuertes y ahogados cuando Taehyung lo embistió repetidas veces y sin cuidado.

Ambos sentían que estaban por explotar. Taehyung estaba embistiendo con rudeza como venganza por haberle hecho presenciar todo eso sin haberlo podido tocar. Y Jin había conseguido lo que quería sin demasiado esfuerzo. Y Dios, no se arrepentía de tener el miembro ajeno golpeando sin piedad su interior.

Así estuvieron todo el día. Entre orgasmos, gemidos, mordidas, marcas y juegos de seducción. Ninguno de los dos estaba deseoso de soltar al otro, pero la noche se hizo presente y anunció la hora de reiterada de Jin al trabajo.

Pero Taehyung sabia que eso significaba que otro hombre lo tocara.

Pero Jin sabia que esa noche no estaba deseoso que otro hombre lo hiciera.

Ninguno que visitara ese bar tendría el poder de hacerlo temblar de placer como había hecho Taehyung ese día.

• ѕ e х • g a м e •  Taejin/ Vjin / JinTaeWhere stories live. Discover now