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Taehyung no comprendía cómo es que sus planes podían cambiar tanto, porque...okay, si, tener sexo con Seokjin era la maldita mejor cosa de todo el universo, cuando él era quien dominaba la situación.
Su idea en primer lugar había sido llevar al chico a un parque de diversiones, ir a su restaurante favorito, ver una película en su sofá con un clima romántico preparado y pasar una noche en vela llenándolo de amor. No necesariamente sexual.
Pero vamos, había sido un ingenuo. Sabía que Seokjin tenia ninfomanía, y a veces le preocupaba este hecho; pero se olvidaba en cuanto este lo besaba y se subía en su regazo. ¿Quién no se olvidaría si estuviera en su lugar?
La idea de llamar a Jin y decirle que se negaba rotundamente a su decisión, estuvo presente todo el día en su mente mientras trabajaba. Sin embargo algo en su interior se moría de curiosidad por experimentar. Taehyung era curioso, había probado mucho en su vida hasta llegar a la conclusión de que era gay y bastante tradicionalista en el sexo. (Lo que no significaba que fuera cerrado a probar cosas nuevas, sino que lo tradicional lo satisfacía muchísimo )
La noche estaba cayendo y no había recibido ni un mensaje de Jin en todo el día, lo que de cierta forma le preocupaba ¿Estaba bien? Esa mañana antes de irse del departamento del susodicho, Jin había quedado con una ligera dolencia en su pelvis debido a la fuerza del agarre de Tae, quien obviamente se disculpó y le dio mucho besos y masajes en la zona. Jin tenía el día libre por su cumpleaños, y lo más probable es que hubiera optado por estar en casa todo el día, pensamiento que calmaba un poco a el mayor pero no terminaba de sacarle la preocupación.
Ya estaba hecho con la idea que ni bien entrara en el departamento ajeno seria recibido con besos calientes que los llevarían directo a la cama. No le molestaba, pero...hum, pensamientos que eran mejor dejar para otro día que no fuera el cumpleaños del hombre que apreciaba.
Grata fue la sorpresa que se llevó.
Taehyung, luego de haberse dado una ducha en su hogar, relajarse y cambiarse; se dirigió a el departamento del muchacho que era su amante. Por supuesto Taehyung iba siempre arreglado, pero estaba ligeramente más casual, a sabiendas de que lo que traía puesto no le duraría mucho tiempo en su cuerpo. Al llegar a la entrada del edificio, abrió la puerta con la llave de repuesto que poseía y pasó directamente al ascensor para ir al piso del cumpleañero. El pequeño cubículo se llenó rápidamente del olor no demasiado fuerte del perfume de Taehyung, uno que usaba para ocasiones especiales- Y claro, esa era una.
Cuando se hubo hallado en él piso correcto, silbó levemente una canción lenta que le gustaba, y sin tardar demasiado llegó hasta su destino. Tocó la puerta y se estiró, arqueando su espalda hacia atrás, preparándose física y psicológicamente para lo que le esperaba. Con los ojos cerrados mientras se estiraba, oyó como la puerta se abría, así que se preparó para el menor yendo a sus brazos a besarlo de esa forma tan efusiva que lo caracterizaba. Pero eso no sucedió, incluso unos segundos más tarde, seguía esperando. Algo extrañado, abrió los ojos.
