Alguna vez su relación se había basado en sexo, pero jamás fue en sexo vacío. Ahora que lo podían ver en retrospectiva, ambos se habían quedado prendados del otro desde la que creían era su primera vista. Por mucho tiempo habían tratado de autoconvencerse que eso no sería más que una relación casual entre dos personas adultas dispuestas a no atarse sino a tener ratos de placer; pero vamos ¿Qué persona que quisiera eso le mandaría mensajes de buenos días al otro? Eran ingenuos de pensar que eso sería un simple "Touch and Go"
Allí, en ese momento, con Seokjin recostado sobre el pecho de Taehyung, viendo una película en la casa de este último, se podría decir que habían superado en un 90% la etapa de negación del enamoramiento. Y una pequeña frase podría ser la que cambiara ese 10% restante y que, dicho sea de paso, afectaría el resto de sus vidas de allí en más.
"¿Quieres casarte conmigo, cariño?"
Un momento de silencio se instauró en aquella cama. Tensión, demasiada incomodidad.
—¡Yah! Apaga esta película, no puedo verlo — Interrumpió Seokjin
—Te haré caso solamente porque no puedo creer que con la relación tan tóxica que tienen estos dos, él si quiera pensase en proponersele. Una hora y media de mi vida desperdiciada — Le dio la razón el mayor, quitando aquella película de Netflix para luego girarse a su pareja, viendo con ternura el berrinche que estaba haciendo.
—No, de verdad no puedo creerlo — Decía el menor, quitándose la ropa de entre casa que llevaba puesta con la idea de -tal como hacía todas las noches ultimamente- robarse una camisa de dormir de su novio.
Llevaban saliendo cinco meses y aún Taehyung no se cansaba de verlo desvestirse de esa forma, refunfuñando lo que le molestó durante el día para luego, desvergonzadamente, ir a sus cajones y tomar una camisa de él y ponersela. Al principio le había resultado rara la comodidad con la que lo hacía, pero ahora era uno de los pequeños gestos que lo enamoraban más de aquel hombre. Era tan raro, jamás se había fijado tanto en las pequeñas acciones que hace alguien, tal vez fuese porque jamás estuvo en una relación ni tampoco compartía tanto su espacio y su tiempo; pero ahora se veía a sí mismo adorando cada cosa que el menor hacía, ya sea brusco o suave, todo pequeño detalle volvía más cálido su corazón
—El mejor amigo era mil veces mejor — Comentó, terminando de pasar la cabeza por la camiseta para luego sentarse en la cama a ponerse su típica crema para las manos con aroma a frutillas. — No quiero ver más pelíc-
—Ven a vivir conmigo — Soltó, sin más.
Los silencios no solían ser incómodos entre ellos, pero en aquel momento era diferente, y casi se estaba odiando por haber dicho eso sin haberle preguntado antes si la idea le gustaría o disimuladamente preguntar si se sentía listo. Ahora, luego de dos minutos de silencio de parte del menor, se estaba sintiendo como un completo idiota.
—Me encanta la idea —Finalmente, la respuesta que no se esperó recibir, llegó a sus oídos seguida de un casto beso sobre sus labios. Ahí pudo volver en si y ver a los ojos a Seokjin, quien lo recibía con una sonrisa dulce y enternecida. ¿Le encantaba? Le encantaba.
Tae estaba shockeado, porque luego de ese denso silencio, su mente se había llenado de dudas sobre el cariño de Jin y si de verdad estaba listo para una relación seria; pero luego de ver la seguridad en sus ojos luego de dar la respuesta, seguida de aquel tierno beso...simplemente se sintió en casa. Quería besarlo, tomarlo y hacerlo suyo toda la noche, porque probablemente esa sería su primera noche como pareja "oficial", porque ahora que había aceptado aquella idea que andaba rondando por su lengua tanto, estaba seguro de que su amor sería un 100% palpable, real. Pero, para variar, Jin siempre estaba un paso por delante de cualquiera.
