Capítulo 14

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Al escuchar el sonido del timbre resonar por toda el aula, un suspiro de alivio escapó de mis labios. Oficialmente mi primer día de otros tantos que vendrían en el colegio había terminado. Ya podría irme corriendo a casa.

Luego de la tremenda sorpresa que me llevé al darme cuenta de que Paulette conocía mi lenguaje de señas, pude sentir como mis orejas se calentaban, e intenté disimularlo mirando en cualquier dirección que no fuera la castaña que caminó a mi lado hasta que se detuvo en un aula, se despidió con una sonrisa y luego entró, dejándome en el solitario pasillo con cara de bobo.

Son increíble las sorpresas que te puedes llevar al creer conocer una persona, pero resulta que esta es todo lo contrario cuando pasas una fracción de tiempo con ella.

Recogí mis útiles con rápida precisión, metiéndolos en el interior de la mochila la cual me colgué en el hombro y salí disparado al pasillo sin ver a nadie en especial, con la única intención de llegar lo más rápido posible a mi casa y pedirle consejo a mamá.

Pareces un nene pequeño; corriendo a contarle todo lo que te pasa a mamá.

Aquello podía llegar a ser cierto, pero cuando pasas toda tu corta vida dependiendo de una persona para casi todo, pues te acostumbras a ciertas cosas; como a contarle todo lo relativamente interesante que me pasa a la mujer que me dio la vida y a la que ha dado todo por mí.

Al llegar a casa, pude notar fue que no había nadie allí, lo que me llevó a suponer que mi hermana había arrastrado a mi madre en uno de sus interminables días de compras al centro comercial. Esbocé una ligera sonrisa al darme de cuenta de que tenía la casa solo para mí después de un montón de tiempo, y aunque muchos otros adolescentes hubieran planeado al instante una reunión con amigos, yo no era como el resto, y preferí encerrarme en mi habitación a escuchar música a todo volumen por los auriculares mientras me relajaba con un libro.

En eso me llega un mensaje de texto, el cual al revisar pude ver que era de Cody.

De: Rubia oxigenada (Cody)

Bro, que te parece si vamos a comprar donas en el centro comercial? Escuché que hay una nueva pastelería allí y que todo es muy bueno

Aquello se leía muy tentador, pues las donas eran algo así como mi debilidad en cuanto a dulces, y aunque deseaba quedarme encerrado a leer durante toda la tarde, terminé respondiendo a Cody luego de unos minutos.

Para: Rubia oxigenada (Cody)

Me parece bien, pasas por mí?

Al leer después su respuesta afirmativa, me levanté de la cama dejando el libro a un lado para ir a cambiarme la playera y colocarme sobre los cabellos mi beanie favorito, el cual es de un color azul marino, casi negro. Justo cuando me terminé de atar los cordones de mis tenis, escuché la bocina del auto de Cody repetidas veces lo que hizo que tomara mi celular junto con la cartera y bajara corriendo las escaleras, casi doblándome un tobillo en el proceso.

Al ingresar al auto de mi mejor amigo, pude notar como sus labios se estiraban en una sonrisa cómplice, como si supiera algo que yo no.
Solo esperaba que no me estuviera metiendo en nada raro esta vez.

Publicado el 26/3/18x.

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