Capítulo 16

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El escuchar las quejas detrás de mí del porqué la fila no avanzaba hizo que trajera mi mente de nuevo a la tierra, solo para darme de cuenta de que me había quedado brevemente paralizado frente a la persona que me ha traído loco por tanto tiempo. Pude sentir como mis orejas se calentaban debido a la vergüenza. Si Paulette se había dado de cuenta, no dijo nada al respecto, sino que me brindó una sonrisa.

―Y bien, ¿qué vas a ordenar, Thaiel?

Le dicte mi pedido anteriormente pensado en mi lenguaje de señas de forma rápida y tratando de no vacilar demasiado en el proceso. Al terminar, dijo que me llamaría en un momento para retirar mi orden. Tras un asentimiento de mi parte, me di media vuelta y busqué a Cody con la mirada y pude localizarlo casi al fondo del local pues su cabellera rubia resaltaba entre la multitud por la altura de mi amigo.

Con ambas manos dentro de los bolsillos de mis jeans, caminé a paso lento a donde el grupo de adolescentes se encontraban riendo escandalosamente en uno de los sofás; había por lo menos seis jóvenes, entre los cuales se encontraba Cody y la muy obvia razón del porqué me había dejado solo en la fila.

Elizabeth Britt, con la cual reía tontamente mientras trataba de acercarse lo más que pudiera a la rubia sonriente.

A medida que me acercaba al pequeño grupo, un par de miradas curiosas se posaron en mí y pude reconocer a algunos del equipo de futbol de futbol del colegio, lo cual hacia aún más obvia las razones de su abandono. No me molesté de ello, sin embargo, puesto que se de las muchas ganas de mi amigo por entrar ha dicho equipo desde que éramos unos niños.

Cody se dio cuenta de mi presencia debido a que uno de los adolescentes le hizo un gesto. Por fin apartó la vista de la rubia y esbozó una sonrisa algo apenada al verme.

― ¡Amigo, ¿Dónde andabas metido?! ―Exclamó con entusiasmo, instándome a acercarme a ellos y a regañadientes lo hice con mi típica expresión de seriedad. ―Chicos, él es mi mejor amigo, Thaiel Harrison.

Para parecer un adolescente común, esbocé una ligera sonrisa ladina mientras les dedicaba una breve mirada.

―Él no habla mucho. ―Excusó mi amigo ante mi falta de palabras.

Aquella frase podría resumir mi vida social.


Publicado el 16/5/18x.

¿Puedes Escucharme?Where stories live. Discover now