PRÓLOGO

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La puerta de la vitrina se cerró y en el espejo pudo mirar los mismos ojos azules que desde hace años parecen cansados, apagados y sin vida. " El gran William Baker", "El campeón" se hallaba en el baño de su apartamento mirando hacia la nada.
Y recordó, lo que por tanto tiempo mantuvo en lo más profundo de su ser, y lloró por que cada vez el recuerdo dolía más y se sintió morir para así estar cerca de ella un poquito más.
Y en un acto de desesperación fue hacía la habitación y de un cajón oculto saco el arma y sin parpadear la apunto hacia su cien cerrando los ojos sintiendo alivio en su interior. Pero el acto no se llegó a completar, era la quinta vez en una semana que Will amenazaba con dispararse, cómo sí eso fuese a resolver sus problemas, como si ella fuese a volver así que con rabia lanzó la pistola por los aires y dio un golpe en la pared, la misma en donde estaba su sangre de ayer y la de anteayer. Se sentía frustrado el Box ya no estaba funcionando y regresar con su psicólogo no era una oferta fiable, aquel hombre robusto lo único que hacía era recetarle antidepresivos como si Will no estuviera idiota ya.
Tomó las llaves del auto y condujo por media metrópoli hasta llegar al bar ideal, ese lugar de mala muerte en dónde la pestilencia del tabaco se olía desde una cuadra atrás. Se sentó en su mesa especial y pidió la bebida especial y mientras tomaba grandes tragos del whisky la vio, y todo su mundo cayó.

WILLIAM BAKERNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ