TRECE

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William salió del gimnasio una hora antes, tenía dolores de cabeza frecuentes y quería descansar
Así que mientras tomaba una ducha el timbre sonó
Soltó una maldición y apresurandose a en volver su torso con una toalla salió
Frente a él estaba una linda chica rubia que tan bien conocía
Tan hermosa y tan venenosa a la misma ves
Los ojos de ella barrieron su cuerpo deteniendose en un punto entre sus piernas; se mordió el labio y le sonrió
- Hola Will, hace tiempo que no nos veíamos
- Que necesitas Cassandra -. rodó los ojos
- Quiero hablar contigo
Y de un segundo a otro el tono con el que hablaba la chica se torno serio
Will fruncio el entrecejo y la dejo entrar
- Bueno de que quieres hablar -. preguntó cruzando los brazos
- Mira se muy bien que cuándo estábamos juntos no me comporte como debía
- Cassandra si sólo vienes a
- Déjame terminar - Cassandra era la clase de chica que siempre tenía una mueca pícara en la cara
La clase de chica que nunca pedía perdón; y mirarla ahí sentada tratando de conversar civilizadamente le extrañaba -. No estuve contigo cuando me necesitabas y no tienes idea de cuánto lo siento, me porte de una manera tan estúpida que justo ahora me avergüenza. Te deje solo Will, solo cuando estabas al borde del abismo
La chica lo miro con los ojos vidriosos y algo dentro del corazón de Will se ablando
- Cassandra no tienes por que sentirte mal - Will se inclinó frente a ella y le tomó el mentón -. No era tu obligación estar ahí y no puedes culparte
- Lo es Will - lágrimas calientes se resbalaban por sus mejillas -. Debí estar ahí debí decirle adiós, eso y más se merecía - Los ojos rojos de ella se encontraron con Will y a éste un nudo se le formó en la garganta. Nunca desde que conocía a Cassandra la había visto llorar y al saber por quien lo hacía se le llenaron de lágrimas los ojos también -. Y sobre todo debí de estar contigo apoyándose. La extraño Will, la extraño tanto que me hiere
El llanto no lo pudo reprimir y desde su pecho un grito angustiante se le escapó
Y los envolvió a ambos, encerradolos en una burbuja. En donde lentamente la sanación y el perdón se hacían presentes.

WILLIAM BAKERWhere stories live. Discover now