Mírame

2.3K 63 8
                                    

-PONED LA MÚSICA A REPRODUCIR MIENTRAS LEÉIS POR FAVOR-

esperad unos segundos y cuando empiece la voz, empezad a leer


Narra Luis

Veo que sale  corriendo hacia la terraza, en apenas un segundo ya estoy encaminándome tras ella para ver qué ha pasado. Antes de llegar a la puerta, Ana y Roi se me acercan para preguntar.

-Ey, qué ha pasado? Si estábais abrazados hace un momento...

Me he quedado por un momento siguiéndola con la mirada, y no escucho nada de lo que me dicen.

  -Cepe??? 

-Ehhh, sí sí, luego os digo, esperadme aquí. -digo sin mirarlos, fijando mis ojos en el recorrido hasta la terraza.

Cuando llego, está hecha un ovillo diminuto en una de las mecedoras, tiritando y jugando a respirar fuerte simulando humo. Me acerco en silencio para no asustarla.

-Si vas a decirme que me voy a enfriar, puedes irte , Amaia. De verdad, tranquila. -dice sin mirar a quien acaba de llegar hasta ella.

Solamente la rozo en el brazo, lo que basta para que se gire suspirando mi nombre, como si le costase.

-Luis... eh... Lo siento. 

-No hace falta que digas nada... pero vamos dentro, que te vas a congelar. Mejor dicho, nos vamos a congelar. No es muy buena idea estar aquí y sin abrigo.

Cojo una manta que alguien ha olvidado y se la pongo por encima de los hombros.

-Gracias.

Nos quedamos en silencio unos minutos, mirando los reflejos que hacen las gotas de lluvia sobre el cristal de la terraza. 

Con la mirada perdida aunque está frente a mí, atina a decir muy bajito;

-Sabes esas veces que te olvidas de lo que está bien y piensas en dejarte llevar?

Me sorprende que diga esto, cuando yo baso muchas de mis decisiones así, por el corazón, no por la cabeza. Y digo,sin pensar, lo que realmente pienso.  

-Como nuestra canción...


Y al decir nuestra, levanta la mirada, encontrándose con la mía. Tiene unos ojazos, ni ella misma sabe lo bonitos que son. 

A veces muy verdes, como si fueran esperanza, a veces grises, cuando está triste o preocupada. A veces magnéticos... qué digo a veces, siempre. La mirada que tiene es única. 


-Si te propongo algo, si hago una cosa, confías en mí? -dice con los ojos abiertos, brillantes. 

-A ver... Aitana, depend... -me pierdo, no sé que está pasando. 

-Sí o no. 

-Pero, a ver, ya me he bebido una cerveza de un trago por ti. Algo más puede demostrar que confío, que eres importante?

-No confías mucho si no aceptas. Vamos, sí o no? -Y repite la pregunta, pero más despacio, masticando cada sílaba. -Si te propongo algo, si hago una cosa, confías en mí?

-Sí. -Digo, rendido ante su pregunta.


Entonces coge una cinta amarilla que hay en el suelo, (de los mil accesorios de pelo que Amaia olvida por la Academia) y me ata las manos con una suave lazada. Mi cara debe ser un poema mientras esto sucede, porque se ríe a la vez que me mira de forma intensa, como desafiante.

MAGIA Y LUZ -AitedaOù les histoires vivent. Découvrez maintenant