MAGIA Y LUZ -Aiteda

Tú

He cambiado el nombre de la novela a MAGIA Y LUZ -Aiteda, no os asustéis si las notificaciones salen con un nombre diferente!!!  

Narra Luis

Gala fallida, otra vez, otra semana, otra nominación... Y nervios de nuevo. Se me ha partido el alma al escucharla, más que la nominación en sí. Me mata esta situación, hacer las cosas bien y que haya siempre algo que me descentra y me hace caer, sentirme culpable, notar cómo las miradas se centran en mí, pero no precisamente con orgullo. 

Solamente hay una persona que no me deja en el suelo, que sabe ponerme en pie con su simple y menuda apariencia. 

Con su sonrisa. 

O con sus lágrimas... 

Me parte, me rompe y me desmorona, me descoloca cada pensamiento.

Y luego ríe de nuevo, volviendo a traer la luz en mitad de la penumbra. 

Narra Aitana

-No me da la gana... Que no Ana, que no... 

-Aitana, no podemos hacer nada...

-Que no me da la gana, otra vez no!

-Gracias -dice con una expresión tímida pero triste, muy desoladora. Ya no muestra ni siquiera rabia, porque son demasiadas veces seguidas y creo que está vencido... Aunque intente disimularlo, noto que está mal. 

Y saco todo lo que estoy guardando, cada presión en el pecho cuando a las doce y cuarto dicen que se cierran las votaciones, y a medianoche abren el sobre en que siempre espero que esté su nombre. Empiezo a llorar pese a las peticiones de Ana de que me calme.

-Aitana!

-Qué te pasa Aitana? -dice un preocupado Roberto, que siempre está pendiente de nosotros. 

-No me gusta que vuelva a estar nominado... 

Lo digo entre lágrimas y sollozos, y miro al jurado pero noto que él se gira para verme y me pide con la mirada que no llore, que no lo sienta.

Pero no puedo. 

Y otra noche más se queda de pie en un lado de la pasarela mientras el resto estamos pizarra en mano esperando a que sea esta la noche en que se salve, y no tenga que pasar otra semana por los nervios de siempre. 

Levanto mi pizarra diciendo su nombre, y sonrío mientras lo digo, recibiendo una cálida sonrisa también por su parte. Mi voto se queda en palabras, porque vuelve a quedar nominado.

Al día siguiente, en el repaso de gala, veo que mi actuación no estuvo para nada a la altura, y recibo una regañina por parte de los profes, que aunque no es muy fuerte, me hace llorar y me angustio porque hace tiempo que no me noto a gusto haciendo eso que es mi pasión, y me derrumbo. 

Pero noto en mi espalda la mano de esa persona que sabe tranquilizarme con un solo gesto, hacerme reír con una mirada o sacarme de quicio con una palabra, para luego reír sin parar. En definitiva, el remedio para casi todas las debilidades o malos tragos que tengo. 

Cuando acabamos nuestras clases de mañana, antes de comer, en el reparto de temas, Noemí nos anuncia que en el próximo chat cantaremos algunos duetos especiales en el concurso. 

No sé que se me pasa por la cabeza, pero miro a Luis entre los demás compañeros y le digo:

-Cepeda, tú y yo hacemos Escondidos!!!