MAGIA Y LUZ -Aiteda

Mis Amigos -Especial Almaia en Eurovisión

Hago este extra con ocasión de Eurovisión 2018, pues en Lisboa  Amaia y Alfred van a representar a nuestro país. Quedemos en el puesto que sea, veo bonito hacerles este homenaje. Espero que os guste, y todos con Tu canción!!

¿Dónde os véis dentro de 3 meses? 

Alfred lanza esta pregunta en medio del salón, donde estaban tirados los 6 por el suelo. Parecen sacados de Friends, unos amigos que no paran de ser ellos mismos, amando lo que hacen y teniendo talento, rodeados de sueños y de ilusiones.

Amaia y Aitana se miran, para luego dar paso cada una de ellas a un sinfín de pensamientos, que juegan revoltosos con lo que cada una de ellas está sintiendo

Por un lado, Amaia ha empezado a enamorarse de aquel peculiar chico del trombón que llegó a la Academia con multitud de talento y algo que lo hacía especial, aunque ella en un primer momento solamente se fijara en él por la curiosidad y fascinación que le despertaba. 

Pasaron las semanas, y todo surgió sin pretenderlo. El primer beso en la habitación, entre almohadas compartidas y tímidas miradas, que pronto se convirtieron en magia cuando actuaron juntos. Para Alfred ella era diferente desde que la vio, por eso siempre anda pendiente , admirando su talento, para quedarse definitivamente también con sus rarezas, sus luces y sus sombras.  

Aitana piensa en todo lo que está viviendo, pero más todavía intenta colocar en su mente esa contradicción que se le presenta cuando tiene delante al chico de barba con camisetas básicas, ese que le da un apoyo necesario en  cada actuación. 

El mismo que ya en el primer casting reducido la predijo como ganadora, aunque no se conocieran, y el mismo que le pareció magnético al escuchar su guitarra y voz rasgada en perfecta colaboración. 

Sabe que es algo imposible, y que en realidad es como el hermano mayor que nunca tuvo, pero realmente tras todo eso hay una capa de verdad que no puede ocultar, sobre todo si cantan esas frases rodeados por un marco luminoso, y él dice la frase que desactiva toda defensa. 

Luis, tirado junto a Roi y Ana, que bromean entre ellos, piensa en quién es la reina de su vida. Porque ha cantado mirando a los ojos de una persona, y ha visto luz en ellos al decirle que siempre reinará. Y sabe que esa misma persona no sabe evitar una sonrisa sincera cuando lo canta, pero él no canta. Él cuenta. Por eso, hace tiempo que esa canción ha dejado de ser mera actuación, por mucho que intente alejarse de ello.

Ninguno sabe bien qué decir, porque sus metas tienen muchos puntos comunes pero también saben que en tres meses pasarán muchas cosas.

 ¿Se separarán, se quedarán todos los sentimientos escondidos, dejarán de hablarse?

¿Se atreverán a decirlo todo, o quizás a no ocultar más nada? 

 - A mí me haría ilusión cantar contigo, solos, en una sala con gente escuchando, y las luces de los móviles acompañándonos. Solamente una canción y nosotros, en medio de un silencio sobrecogedor, con un micro, y nuestra voz. 

Alfred cierra los ojos y Amaia se levanta para ponerse a su lado, acariciando su mano y la cabeza, para detenerse en la sonrisa, esa misma de la que adora cada rincón. 

-Te imaginas? En un país pequeño, pero cerca de España, que me da miedo volar demasiado tiempo encerrada en el avión. Con un vestido negro, con algún brillo, largo, y tú con un traje que parezca de boda, pero sin ser tan antiguo.

-Algo así como 1016 personas en el escenario, y nosotros ahí...

  Se acurruca a su lado, y juntos planean cómo sería ese momento.  

Ana y Roi, sigilosos, se incorporan para coger los móviles, mientras Aitana y Luis gatean, ocultos, picándose como siempre, hasta apagar las luces de la sala. 

Y En mitad de esa situación, una canción empieza a surgir, y se levantan para empezar a bailar, por primera vez, juntos. 

Mientras sus amigos miran emocionados, viendo cómo todo se puede hacer realidad. 

Aitana mira a Luis de reojo, y cuando él le dedica una sonrisa al tiempo que le ofrece la mano, tira de ella para sacarla a bailar también. Aunque dice no saber hacerlo. Porque quizás si deja salir lo que guarda, ellos también bailarían por primera vez. Y ambos se miran, sin decir nada, pero diciéndolo todo. 

Roi  y Ana, comentan embobados cómo una canción hace tanto, pero no cualquier canción.

Al tiempo, los bailarines se funden en un beso, cuando se para todo, para dejar de soñar. 

Y empezar a hacerlo real.