Capítulo 3

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—¡¿Que hiciste qué!?

Encogerse de hombros ante la mirada molesta de Jirou era lo mejor que podía hacer en esos instantes, la rabia destellaba de aquellos orbes y Momo sentía que en verdad había metido la pata, le había contado que su relación con Shouto había culminado y Kyouka no se lo había tomado de buena manera, es que para Jirou, Momo y Shouto eran el uno para el otro, estaban destinados, tenían una buena complementación. Molesta a más no poder comienza a picarle la mejilla a la azabache con su Earphone Jack mientras exclama un sinfín de cosas que para Yaoyorozu eran intangibles.

—Kyouka-san yo...

—¡Kyouka nada! —exclama, suspira y pasa desesperadamente una mano por su corto cabello, no sabe como mantenerse calmada ante lo confesado por Yaoyorozu y tampoco quiere calmarse, ahora ambas manos se encuentran en su cabeza y luego pasan a cruzarse sobre su pecho para proseguir los reclamos mientras camina de un lado a otro, como si fuese un detective interrogando a un sospechoso— Dejame ver si entiendo Yaomomo, hablamos de comprender la situación de la ciudad en la cafetería, dices estar de acuerdo con tener paciencia ante todo esto, que las cosas se vuelven difíciles en todas las relaciones pero se pueden superar las adversidades, me voy de la cafetería dejándote sola y luego vienes y me dices que terminaste con Todoroki de la nada.

—Bueno... Yo creí que era una buena idea —murmuró avergonzada, pues ahora que estaban en la habitación de Jirou hablando de todo eso Momo sentía que había hecho algo verdaderamente estúpido, tal vez debió pensarlo más.

—¿¡Buena idea!? Echaste a la basura tu relación con Todoroki por una pequeña inseguridad ¡por Dios! ¿No pudiste hablarme antes de hacer eso?

Se abrazó en busca de calor, bajó la mirada con vergüenza mientras solo dejaba que las palabras de Jirou la golpearan con dureza. Tenía razón, Kyouka tenía razón en que había hecho algo tonto y comenzaba a aceptarlo ahora que sentía las lágrimas rodar por sus mejillas y que comenzaba a extrañar a Todoroki, sorbió una, dos y hasta tres veces antes de cerrar los ojos y dejarse caer en el sillón para llorar con más comodidad. Ya no se atrevía a ver ni siquiera de reojo a su amiga, la vergüenza hacía que se menospreciara totalmente en ese momento.

Después de terminar de sermonearle y sentirse menos exaltada Jirou tomó asiento junto a Momo, quien ya tenía los ojos rojos de tanto llorar.

—Dime algo...—suspiró pesadamente, intentando terminar de calmarse— ¿En verdad querías terminar con él?

Separa sus manos de su cara y posa su vista en Jirou, claro que no quería, en lo único que pensaba era en el posible bienestar de Shouto.

—Yo sólo quería que esto beneficiara la carrera heroica de Todoroki-san.

—Yaomomo —suspiró nuevamente mientras atraía la cabeza de ella para que descansara en su hombro— Ese fue el problema. Pensaste en él y no pensaste en ti. Lo amas y eso debió haber sido suficiente para que lucharas por tu relación, además, estoy segura que Todoroki no deseaba terminar contigo.

—Creo que no quería —solloza, cubre su boca con una mano y cierra los ojos al recordar la expresión de Todoroki cuando le dijo que debían terminar, además de que él sólo accedió a su propuesta porque había mentido diciendo que eso quería. Creyó que le estaba haciendo un bien y la verdad era que había actuado como una egoísta— Qué vergüenza... Soy una vergüenza.

Una vez más estalló en lágrimas descargando sus penas en el hombro de Jirou, en tanto esta solo meditaba ante los sollozos de Momo.

—Llamaré a Todoroki para decirle que todo esto ha sido un malentendido —dice Jirou mientras se levanta para buscar su teléfono que seguramente lo había dejado en su habitación, Momo abre rápidamente los ojos y agarra con fuerza la muñeca de su amiga implorandole con la mirada llorosa que no lo hiciera.

—No lo haga por favor, no quiero que él tenga esa impresión de mí. Lo hecho, hecho está y me toca afrontarlo, olvidarlo —musitó decidida a que olvidaría a Shouto aunque muy en el fondo también dudaba sobre si en realidad era capaz de hacerlo.

—Pero...

—Por favor.

—Está bien.

.

.

.

Nunca imaginó que los efectos de una ruptura podrían ser tan fuertes. Después de haber entrado a su departamento, Shouto dejó a un lado sus pertenencias y se encaminó directo al baño para ducharse. Las palabras de Momo se repetían en su mente como un disco rayado mientras se duchaba, mantuvo el flujo de agua constante pues quería hacer de cuenta que, lo que rodaba desde sus ojos también eran las gotas de agua que caían sin parar.

Una colección de imágenes parpadeantes lo persiguieron igualmente desde la ducha hasta la hora de dormir, no podía quitarse de encima la escena de las lágrimas de Momo, sabía que ella no quería terminar con él pero prefirió no reprocharle eso, respetaba las desiciones de Yaoyorozu y si ella había decidido eso era porque tras de eso había algo para bien o algo más, quién sabe.

—Yaoyorozu... algún día tú y yo volveremos.

Una promesa dicha a la nada pero con un gran valor para él, Shouto estaba decidido a darle su espacio para que aclarara sus dudas y aunque sabía que ella podía tener demasiadas dudas le esperaría lo que fuese necesario.

Intentó conciliar el sueño y aunque al principio le costó, pudo juntar los párpados para caer en brazos de morfeo.

Quiero olvidar | TodoMomoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora