Capítulo 4

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Momo se vio acorralada de periodistas en cuanto llegó a la entrada de la agencia de Uwabami. Nerviosa trataba de evitar a toda costa las preguntas de aquellas insistentes personas que al parecer no conocían el concepto de vida privada, sin embargo cada vez le era difícil pasar entre aquel gentío.

—¡Creati! ¡Creati! ¿Es verdad que se dejó con su novio porque le fue infiel?

—¿Es verdad que la golpeaba?

—¿La decisión fue de él? ¿Por qué la dejó?

—¿Es verdad que terminó con usted porque no sabía cocinar?

Yaoyorozu era bombardeada con preguntas y más preguntas, algunas más absurdas que otras y lo único que hacía era ver hacia todos lados esperando encontrar algún escape. No sabía como la prensa había logrado enterarse de tal cosa pero sí sabía que no era de su importancia saber tales cosas.

—Por favor, no quiero sonar grosera pero esto no es de su importancia. Todoroki-san no me fue infiel, jamás me golpeó y no creo que el no saber cocinar sea influencia para un rompimiento, así que por favor ¿podrían dejarme pasar? Me están atrasando —dijo la azabache algo aturdida. Los periodistas hicieron caso omiso a su petición y continuaron bombardeándola con más preguntas hasta acorralarla, el flash de sus cámaras y sus preguntas la aturdian aún más.

—Sólo contestenos algunas preguntas y nos iremos.

—Pero ya les he respondido —espetó la heroína.

—No sabemos si es verdad o no, podría estar mintiendo Creati.

Momo fruncio el ceño, iba a responder cuando la presencia del que ahora era su exnovio calló a los periodistas.

—Nos van a disculpar pero debemos irnos. Tenemos trabajo por hacer —dijo mientras colocaba su mano en la espalda de Momo y daba pequeños empujoncitos indicándole que caminara a su lado.

—¡Usted! ¿Por qué razón terminó con la señorita?

—Eso no les incumbe, además yo no terminé con ella.

—¿Entonces ella le terminó?

—Se equivoca. Fue algo mutuo.

—Ya veo, nos podría decir si...

—Se acabaron las preguntas. Imagino que tienen mejores cosas por hacer que andar metiéndose en la vida privada de los demás.

La mujer de cabello rojizo le miró ofendida, no obstante prefirió no responderle y dando zancadas se fue de allí a lo que los demás le siguieron.

Ya estando en la agencia de Uwabami, Momo pudo sentirse más tranquila que antes.

—Gracias, Todoroki-san pero no debió haber contestado de esa forma, esas personas podrían escribir malos comentarios sobre usted y preferiría que eso no pasara, me sentiría responsable por todo y no sabría cómo arreglar algo así —preocupada estaba, no iba a negarlo. Todoroki le dio una pequeña sonrisa y despeinó un poco su cabello como solía hacerlo cuando eran novios, reaccionó al darse cuenta de lo que había hecho y un pequeño rubor apareció en su rostro.

—No te preocupes Yaoyorozu. Los comentarios de otros no influencian en un héroe, o al menos no deberían. Las acciones hacen al héroe no las opiniones de otros. Ahí tienes a Bakugou, por ejemplo.

Momo rió un poco al recordar al rubio temperamental. Sí, él tenía razón.

—Es verdad —le sonrió y eso le bastó al bicolor para que su día mejorara— Bu-bueno, debo irme Todoroki-san, espero que le vaya bien en su trabajo y no tenga ningún problema.

—Lo mismo para ti Yaoyorozu.

Ella bajó la vista, por lo general en ese momento se daban un beso al despedirse, pero ahora que ya no eran nada más que ¿amigos? no habría nada de eso. No podía negar que le dolía verlo y saber que no eran más una pareja, quería olvidarlo pero parecía que no le sería fácil, añoraba que algo le cayera del cielo y le ayudara con su problema.

—S-Sí.

.

.

.

—Ay —la heroína profesional Uwabami masajeó su sien. Se le notaba exahusta y además estaba molesta.

—Uwabami-san ¿se encuentra bien? —Momo le pasó un café, la mujer le dedicó una sonrisa en agradecimiento y le dio un sorbo.

—Basta de tanto formalismo, Creati, llámame Uwabami así estará bien.

—S-sí, discúlpeme.

—Tranquila —suspiró con pesadez.

—¿Ocurre algo? —preguntó la azabache preocupada, no era normal verla estresada. La rubia suspiró nuevamente y se inclinó hacia atrás, cerró los ojos y meditó un poco, para no dejar a Momo con la pregunta en el aire abrió sus ojos y volvió su vista a ella, tenía una idea.

—Creati ¿te gustaría trabajar en París un tiempo?

La pregunta le tomó por sorpresa, tanto que al principio no pudo evitar balbucear un poco. Sin embargo, si lo pensaba a detalle esa podía ser la oportunidad tan esperada que había estado deseando que cayera del cielo. No había problema en irse, conocía buena parte de Francia y más si se trataba de París, ya había visitado sus más prestigiosos y elegantes restaurantes, hoteles y tiendas de ropa.

—Sería una gran oportunidad, muchas gracias —le agradeció.

—Bien, yo te agradezco, estaba que no encontraba a alguien más. Necesitan la ayuda de más héroes en otros países, lo que implica un fondo monetario muy considerable para las agencias y esta no fue una excepción. Al igual que tú ya he enviado a otros héroes a otros lugares. No te preocupes por tu estadía allá, eso corre por cuenta de nuestra agencia.

Momo asintió.

—Sólo te pediré algunos papeles, pero será un trámite rápido. Tómate el día libre para arreglar tus cosas.

—Gracias.

Quiero olvidar | TodoMomoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora