5

106 11 3
                                    

           

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

           

CHERILL

Atravesamos el silencioso y frondoso bosque dirigiéndonos hacia las cabañas, preferimos ir andando mientras analizábamos todo lo que acababa de pasar. Yo sabía que lo que Dionis había hecho estaba mal, pero por otra parte el castigo me parecía justo. Al fin y al cabo son vampiros y Sate Ville está en peligro desde que llegaron. Aunque  pienso que el castigo se lo merecía Brise no Daphne. La cosa es que por un tiempo se mantendrán alejados de la ciudad y no tendremos que patrullar tanto.

Estaba tan absorta en mis pensamientos que no me había dado cuenta de que me había quedado algo atrás. Max caminaba mirando al suelo mientras daba golpes con una rama a los árboles que íbamos dejando a nuestro paso, creando un sonido que llegaba a ser un tanto frustrante. Entonces volví a mis divagues. Empecé a recordar el día en que nos conocimos. Nos presentaron nuestros padres cuando apenas teníamos diez años, él era bastante tímido, siempre tenía que hablarle yo, porque él nunca lo hacía. Desde ese momento se convirtió en uno de mis mejor amigos.

Hace dos años que cambió, tanto en su forma humana como en su forma lobuna. Ahora es bastante más alto que yo, aunque eso no suele ser muy difícil, y más corpulento. De hecho es el mejor al que se le dan los combates cuerpo a cuerpo, su piel es prácticamente igual que la de toda la manada, morena, excepto la de Dionis por su madre.

-¿Qué piensas mocosa?- dijo cortando el hilo de mis pensamientos.

-Nada- me encogí de hombros mientras me unía a su paso.

- Ya claro- lanzó su rama hacia atrás.- seguro que tenías a alguien en mente.

- A ti no – le dije cortante. Él se rio, yo le pegué un empujón con el hombro.

Seguimos caminando en silencio durante unos minutos. Observando las cabañas que ya se veían de fondo. 

-¿Te pasa algo? No has dicho ni una palabra durante todo el camino- volvimos a alentar el paso.

-¿Qué?- dijo saliendo de su mundo.

-¿Qué si te pasa algo?

-No, estoy perfectamente- se estiró alzando sus brazos mientras sonreía.

Ya claro- pensé- sabía que algo no cuadraba pero decidí no insistir, aunque si seguía así le volvería a preguntar.

Al llegar a la cabaña, nos encontramos a Scarlett y Paul viendo la televisión en el sofá y a Mike en el sillón leyendo un libro, sorprendentemente.

-¡Anda mira, si sabes leer!- le dije con burla

El solo me respondió con una sonrisa cínica y siguió con su libro.

-¿Cómo ha ido? – dijo Scarlett asomándose por un brazo del sofá.

-¡Eso!, ¡¿cómo ha ido?!- gritó Sam desde arriba.

Sate Ville Donde viven las historias. Descúbrelo ahora