Sate Ville

7

CHERILL

Me frustro. No hay cosa que odie más que a la gente que habla gritando para que su voz suene por encima de la tuya y tú no puedas hablar. Un claro ejemplo de este tipo de persona es Mike. Otro claro ejemplo seria Sam. Y cuando los dos se juntan y se suma el murmullo de fondo de Max y Paul hablando de football, más los irritantes ruidos del móvil de Scarlett solo me entran ganas de arrancarles la cabeza a todos. Excepto a Dionis al que se la arrancaría si pasara por casa alguna vez.

Llevaba cinco minutos intentando que alguien me prestara atención para poder aclarar quien iría a investigar la autopsia de Erick Lane esta tarde al hospital.

-¿Queréis hacerme caso?- me pase la mano por el pelo agobiada, tenía que salir todo a la perfección. Nadie tenía que darse cuenta de que habíamos estado allí.

-Te hemos dicho diez veces que lo tenemos todo bajo control- dijo cansado Sam.- Iremos Dionis, Paul y yo.

-Yo también- lo interrumpí.

-¿Es que no confías en nosotros para hacer el trabajo?- Preguntó Mike molesto.

-En ti no- Por supuesto que lo hacía, confiaba absolutamente en toda mi manada y sabía que nadie más haría tan bien el trabajo como ellos. Por muy inmaduros que pareciesen a veces, sabía que estos temas se los tomaban en serio.

Como solía suceder se abrió la puerta de casa lentamente. Dionis apareció en la sala con una sonrisa nerviosa porque sabía que llegaba tarde.

-¿Tienes algo que hacer esta tarde?- Le preguntó Sam a Dionis, este negó con la cabeza.- Pues tienes una cita doble en el Hospital de Sate Ville a las siete de la tarde con mesa reservada a nombre de Erik Lane y de primer plato me temo que hay autopsia.- Mi hermano estalló en carcajadas.

-Tío eso es asqueroso- hizo mala cara Max.

-Ten un poco de respeto hacia los difuntos-Dijo Scarlett mientras seguía mirando el móvil.

Era extraño que Max no se hubiese reído del chiste malo de Sam. Seguía raro incluso después de que le dijera que podía contarme lo que fuera. Aun así no me dijo que le pasaba y prefirió mentirme en la cara y decirme que estaba bien. Respetaba que tuviera su intimidad pero me dolía que después de tantos años no me contara lo que pasaba, teniendo en cuenta que yo siempre se lo contaba todo.

                                                    ...

-joder yo también quería ver al muerto- refunfuñó Dionis sentado en la sala de espera del hospital.

-La vida es dura- me senté a su lado.

-¿Por qué has hecho que me quede vigilando?- preguntó Dionis echando la cabeza hacia atrás.

-por qué necesitaba hablar contigo y alguien se tenía que quedar fuera, no íbamos a entrar los cuatro ahí.

Dionis me miró- ¿de qué quieres hablar?-dijo desinteresado.