RESET

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06

Sans se encontraba en la puerta de piedra practicando sus chistes de tock, tock, era un descanso que se tomaba de entrenar con su hermano, mientras que se iba con Undyne para regresar y seguir entrenando más tiempo. Se sentía algo agotado, pero con cada día se sentía menos cansado de esa vida, el tener a su hermano ahora más cerca y determinado, le daba esperanzas.

Abrio sus estadísticas sin dejar de ver esos 3 puntos de vida para pensar en esos borrosos y dispersos recuerdos incompletos de la línea que Papyrus recuerda tan claro como el agua. Aún era confuso y extraño, aún que le preocupaba que ahora fuera su hermano quien tuviera que cargar con eso, repetir la misma vida una y mil veces hasta perder las ganas de vivir, no soportaría que terminará como él. Respiro muy profundo para voltear su vista al techo de la caverna, sintiendo la sensación de que no hace mucho había visto las estrellas de la superficie y haber pedido un deseo.

El deseo de por fin vivir una vida sin resets, sin problemas.

—¿Howdy?— reaccionó en cuanto escuchó esa voz femenina, salió de sus estadísticas

—¿Qué tal señora?— escuchó una risa

—Muy bien gracias— a pesar de siempre hablar con ella está vez en esta línea todo empezaba a sentirse diferente

—¿Ya me lo dirás?, ¿O seguirás siendo un hueso duro?— Sans empezó a reír al igual que aquella mujer

En la tarde anterior en que vino le menciono que debía faltar a su encuentro, con la promesa que le contaría lo que pasó y ese día era el que ella esperaba con suma curiosidad

—Lo prometiste— lo recordaba, sin embargo era divertido jugar un poco con su amiga

—Heheheheh, ¿Recuerda que hablé de mi hermano?— se escuchó un si muy tranquilo

—Lo promovieron en su trabajo, yo solo fui a verlo— la mujer se alegró mucho por él

—Felicidades, me da gusto por tu hermano— Sans reía junto con ella, solo contando los días

—Si, mi hermano es el más genial de todos— solo pensando el día en que tal vez ya no escuché su voz

—Seguro que estará feliz— no sabía cómo salvarla

Era el único secreto que le seguía guardando a su hermano.

—¿A que lo ascendieron?— Sans se quedó en silencio un momento.

No podía decirle, no podía por su promesa.

—¿Sigues ahí?— la escuchó para levantar su mirada

—Sigo aqui—

—¿Estás bien?— reaccionó en ese instante, se estaba dejando al descubierto

—Si, solo estaba haciendo memoria craneal— mencionó mientras golpeaba un poco su cráneo escuchando el golpe hueco y la risa de la mujer explotar

Los chistes siguieron, un poco de plática, pero seguía pensando si en decirle a su hermano sobre ella o no, de todas formas se daría cuenta.

—Bueno, fue un gran- sioso gusto hablar, pero mi hermano me espera— Sans se fue levantando de la nieve para sacudirlo de sus ropas

—Nos vemos pronto— escuchó para ver a su hermano caminar hacia el punto donde se reúnen en secreto para entrenar

Pero antes de avanzar, miró una vez mas la puerta de piedra para susurrar así mismo

—Tal vez, está vez logré cumplir mi promesa— miro a su hermano caminar a lo lejos

—Con mi hermano cómo guardia real, logré salvarlo y protegerlo mejor que yo— y camino alejándose de aquella puerta, donde aquella mujer aún seguía sentada dando una pequeña sonrisa, mientras sus lágrimas caían.

Su alma ahora sabe que su niño puede ser salvado.

—¡Sans!, ¿Qué estabas haciendo?— Papyrus se encontraba de pie cansado con una muy pesada armadura, y su casco en su brazo

—Nada hermano— pero Papyrus se cruzó de brazos

—alcance a ver qué murmuraste algo— Sans solo se encogió de hombros, ya no sentía el peso, así que simplemente lo dejo así

—Solo practicaba mis chistes— le miró fijamente y solo lo ignoro

—Vamos antes de que Undyne me vuelva a llamar— Ambos hermanos caminaron adentrándose al bosque para seguir con el entrenamiento

Undertale - Inicio, Final... Reset. [TERMINADO]Where stories live. Discover now