Capítulo 11

6.5K 545 11
                                    

Los primeros rayos del sol  entraban por la ventana me despertaron de mi profundo sueño y el sonido del móvil para no variar.

— Buenos días mi linda. — Esa voz tan dulce y cariñosa no podía ser otra más que de Eloy.

— Buenos días mi tesoro. Qué te pica ahora para que me llames a estas horas.

— La curiosidad mi linda. Quiero saber porqué no has aceptado mi dinero para darte el revolcón con Gray.
Eres tonta o te faltan dos veranos.
Chica hoy termina todo. Joder tía espabilate.

— Eloy respira un poco y te sacaré de dudas.
Te cuento.
No he necesitado tú dinero porque quien me ha pagado el polvo es mi padre.

— ¿No jodas? ¿José Antonio, ese hombre chapado a la antigua te ha pagado un polvo?
Dios esto si es un milagro. No, no me lo digas, le queda poco tiempo de vida. Ni te se ocurra decirme eso.

— No cazurro. Está perfecto de salud. Te cuento lo que me ha pasado.

Una hora después, termino de contarle todo a Eloy, con pelos y señales. Inmediatamente él se puso eufórico, aconsejándome que dentro de lo malo hice bien.
Mi familia pueden darme un consejo, pero tampoco tienen el derecho a destruir mis ilusiones y muchos menos mis fantasías sexuales.

Termino de hablar con Eloy, y veo que llega Lander vestido con un pantalón corto, camiseta de tirantes y sudado.

¡Ay mi madre que me da lo que no me daba de joven!

— Buenos días mi hermosa. Has dormido bien. — Me pregunta dándome un fugaz beso.

— Sí, y tú has dormido bien, mira que ronco como un tractor.

— No importa, ha sido todo un placer dormir contigo.

— Lander, quería preguntarte una cosa.

— Dime. — Qué alguien me explique cómo se puede entablar una conversación estando medio desnudo y a mí que se van los ojos alterando me.

— Esto...he estado pensando que hoy nos vamos a tú casa, pero hoy termina nuestro contrato. Y...me gustaría saber...pues...

— Mi hermosa, sólo debes ser tú misma, para mí eres mi amiga. 

— De acuerdo. Solamente amigos.

— Saray, siento decirte esto, pero sí, para mí eres una persona muy bondadosa con un corazón lleno de gentileza, y en estos momentos yo no estoy preparado para el amar a nadie. Tengo miedo de lastimar a una mujer que no tiene culpa de nada.

— Comprendo. — Fue lo único que pude decirle. En parte Lander llevaba razón. Yo lo busqué como novio de alquiler y todo ya había terminado. Por lo menos me queda su amistad, si no terminará también.

Le sonrio y en verdad ya no sé cómo actuar. El único amigo que tengo es Eloy, y con él todo es sencillo. Pero Lander no es Eloy, y sé que todo tiene su fin.

— Lander quieres que nos duchemos juntos. — Le propongo con la esperanza de que me diga que sí, por intentarlo que no quede.

— Lo siento Saray, pero es mejor así, ahora piensa que somos amigos, ya no eres mi clienta.

— Vale, no volverá a suceder. — Agradecí que se fuera a ducharse, a sí me daría tiempo de mirarme al espejo y respirar hondo ahuyentando unas rebeldes lágrimas.

«Tú novio de alquiler se fue, ahora es tu amigo» Me decía una y otra vez a mí misma recobrando la compostura.

Escucho que Lander ya ha terminado de ducharse. Pero cuando miro mi vestido me percato que no tengo ropa limpia.

UN NOVIO DE ALQUILER Onde histórias criam vida. Descubra agora