Capítulo 38

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Durante estos meses mi preocupación y mis ganas de tener de nuevo a mi lado a Saray, han hecho que piense en mi pasado, en todos y cada uno de los errores que cometí en su tiempo.
No nacemos perfectos, y aún tratando de intentar hacer las cosas bien, no se suele conseguir hasta que te topas con la persona adecuada.
En mi caso ha sido Saray.
La única mujer que me volvió a encender la vela del amor, sus besos traspasaron cada poro de piel culminándome de felicidad descubriendo aquello que ya pensaba tener en el olvido.
Ella fue la única que consiguió de nuevo obtener la llave de mi corazón, y tener que despedirme de ella dejándola sola nuevamente me entristece sin tardar en preocuparme por si algo malo le ocurre de nuevo.

Le dejo una delicada rosa, tan suave sus pétalos como su sedosa piel.
Le escribo una nota sé lo mucho que le fascina mis notas.

Estoy siempre a tú lado.
Te quiero
Lander.

Le doy un último beso en su labios amtes de marcharme de viaje para cerrar el maldito contrato.
Después de lo sucedido, la empresa ha perdido demasiados clientes.

En la puerta me espera Leo, mi chófer para llevarme al aeropuerto y allí poder coger un vuelo para Texas, donde me reuniré con varios inversionistas.

El viaje se me hace eterno, no dejo de pensar en todo lo vivido durante estos meses y cuando creía que mi destino no cambiaría, apareció ella y apunto he estado de perderla para siempre.
Me paso mis dedos por mi cabello castaño mirando por la ventanilla las nubes obligándome a dormir o acabaré terminando por dormirme en la reunión.

Horas más tarde la azafata me dice que estamos llegando.
Acepto su café y le pregunto algo por su vida.
La muchacha ruborizaba me cuenta lo básico: Su edad, de donde es, sus aficiones y porqué le gusta ser azafata.
Yo la escucho con atención hasta que el piloto anuncia que debemos abrochar los cinturones, el aterrizaje va ser de inmediato.
Con una bonita sonrisa la azafata se va para sentarse y yo me acomodo mejor en el asiento preparado para aterrizar y bajarme cuanto antes de la nave que tanto respeto le tengo.

A continuación, cuando mis pies tocan tierra  firme me subo en un coche todoterreno negro y me marcho hacia un hotel para darme una ducha y poder cambiarme de ropa.

Un hora y media más tarde, salgo de mi suite dirección hacia el edificio donde están instaladas las oficinas y poder hablar con el hijo de Aldof Xarrer uno de los mayores inversionistas del país.

Llegué por fin al edificio, sigo a un chica joven la que supongo que será la asistente del señor Xarrer.
Ésta me indica que tome asiento en uno de los tantos sillones marrones que hay en la sala. Me propone tomar un café y tras desaparecer ella, yo tomo asiento en el sillón esperando que pasen los minutos para dar comienzo la reunión.

La reunión dura hasta la tarde.
Ha sido una reunión extensa y entretenida. Tras horas debatiendo hemos firmado un buen acuerdo, y con este contrato las ventas aumentarán en la empresa de la que fue de José Antonio.

Con un apretón de manos y con el contrato firmado me marcho feliz hacia el hotel.

Una vez que he cenado, llamo a Saray, no hay nada que me alegre el día que el poder escuchar su voz y saber que está bien es lo más para mí.
No veo el momento de llegar a Monterrey para secuestrarla y tenerla como prisionera para mí solo.
Los dos, disfrutando de nuestra compañía, gozando con el placer mutuo sanciándonos con besos, caricias haciendo el amor en distintos lugares.
Si sigo pensando en sexo y la forma de hacer posturas con Saray, la ducha con agua fría no me bastará.

UN NOVIO DE ALQUILER Where stories live. Discover now