Cap. 17

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–Ren, este es mi tío Hajime, tío, este es Ren –Nos presento Yamato mientras su tío estaba sentado en su silla de ruedas en el jardín disfrutando del buen tiempo mientras su madre terminaba de hacer la colada.

–Un placer Ren –Contestó su tío haciendo una reverencia con el cuello.

–El placer es mío –Respondí devolviéndole la reverencia antes de sentarme al lado de Yamato en el descansillo de madera que daba al salón.

–Yamato me habla mucho de ti, sobre todo de lo duro que te ha resultado curarte de tu lesión –Comentó sacando tema de conversación con rapidez.

Al menos no tendría que pensar como llegar al punto por el cual Yamato me había pedido que viniera.

–Si, hace poco tiempo tuve una caída muy grave que me dejó completamente paralítico, por suerte los médicos consiguieron curarme lo suficiente como para recuperar la movilidad en todo mi cuerpo, aunque tuve que sacrificar mi futuro para ello.

–Eso debió ser duro para tu edad –Comentó algo sorprendido–. Pareces haberte visto en la obligación de madurar demasiado rápido por ello.

–Tal vez, pero no voy a negar que es aterrador despertarte cada noche sintiendo que vuelves a ser incapaz de sentir nada ni mover un solo músculo de tu cuerpo.

–Ojalá nunca tenga que pasar por algo tan horrible entonces –Contestó dejándome algo sorprendido, cosa que él leyó en mi cara–. Aunque esté en esta silla de ruedas puedo sentir mis piernas y moverlas, pero eso me causa mucho dolor.

–Y a causa del dolor es por lo que se ha rendido y dejado de intentarlo? –Pregunte directamente sin pensar en el tono que estaba usando.

Todos se quedaron sorprendidos por mi contestación incluso Yamato, seguramente esperaba que intercambiar un par de frases con su tío de forma comprensible y lo animara a seguir intentándolo, pero, como ya había probado en carne propia, una persona que no desea ayuda da igual cuánto se la des, así que yo no iba a perder mi tiempo peleando con una pared.

–Se nota que no lo entiendes –Comentó su tío con paciencia aún después de mi contestación.

–Sentir dolor físico y psicológico cada vez que te levantas, desear simplemente no tener que hacer nada nuca y que todo termine de una vez, sentirte incapaz de nada, verte invadido siempre por los pensamientos negativos, todo eso es lo que crees que no entiendo? Por que si es así estás equivocado, a día de hoy sigo viviéndolo cada día de mi vida, pero me sigo levantando, y usted, que tiene más posibilidades que yo de seguir teniendo una vida normal, es el que no entiende nada malgastando su oportunidad de seguir viviendo solo por un dolor que con un poco de esfuerzo desaparecerá. Si lo pienso un poco detenidamente hasta me da envidia, incluso puede echarle la culpa a otro.

Tras oír mis palabras el silencio nos invadió por completo, nadie sabía que decir ante mis palabras.

–Lo siento Yamato, creo que aún no era el momento para pedirme esto –Comente levantándome para irme de regreso a mi casa.

Creo que no había sido buena idea él venir al fin y al cabo.

–Espera! –Trato de detenerme Yamato siguiéndome hasta la entrada de su casa–. Gracias.

–No creo que debas dármelas, no pensé mucho antes de hablar –Respondí negando con la cabeza.

–Está bien, creo que es lo que tenía que escuchar mi tío, siento mucho haberte hecho tener que venir para hacerte recordar cosas así.

–No importa, en algún punto tienes que admitirlas para superarlas.

Tras decir eso Daiki salió también de casa de Yamato y comentó que también era hora de que se fuera, así que tras despedirnos caminamos juntos un rato hablando de cosas aleatorias como teníamos por costumbre hasta que cada uno tomó su camino de regreso a casa, aunque yo en vez de ir a la mía fui a la de Tora.

Fin (Yaoi/BL)Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt