¡No quiero un alfa! » YOONMIN OMEGAVERSE «

Verdad

Algo nervioso, Yoongi estacionó el auto frente a la gran mansión donde vivían sus padres.

Apagó el motor y observó a su acompañante, para luego sonreír.

-oye, no estés tan tenso.

-¿Eh?- el Omega albino lo observó sin comprender, pero al darse cuenta de su actitud entendió.- Oh, lo siento.

-lamento si no quieres hacerlo, no te estoy obligando a nada. - Comenzó a hablar rápido. - Podemos volver al hospital si quieres y también—

-Yoongi Hyung. - interrumpió. -Estaré bien. Puedo hacerlo, sólo necesito acostumbrarme a tus padres.

Yoongi asintió algo dudoso y abrió la puerta del auto, para luego abrirle la suya a Jimin.

-No tienes que hacer esto sólo porque soy un omega.- Sonrió con ternura mientras bajaba del auto.

-Pero quiero hacerlo. - Le regresó la sonrisa, y con nerviosismo llegaron a la puerta.

Antes de siquiera tocar el timbre, la puerta se abrió. Una hermosa Omega de alrededor de unos 50 años salió de la mansión, llevaba maquillaje, un vestido morado pegado a su figura y unos zapatos del mismo color que el vestido.

Jimin la observó anonadado, la mujer tenía mucha clase.

- hola. -Sonrio. - Bienvenidos.

-hola mamá. -Yoongi no acostumbraba a verlos.

-Yoongi, estás tan grande. ¿Y quién es éste joven?- se dirigió al Omega.

-él es Jimin, es un amigo.

-Un gusto, señora.- sorprendentemente, su voz salió con fluidez mientras correspondía el apretón de manos que le daba la mujer. - Park Jimin.

-Un gusto, querido. Por favor pasen, no se quedarán toda la noche en la puerta, adelante.

Los jóvenes entraron y Jimin observó la inmensa sala.

-wow...

-Sí, lo sé.- murmuró Yoongi. - Yo me crié aquí.

-¿Ya llegaron?- Jimin sintió una descarga eléctrica recorrer su espalda cuando escucho esa voz.

-Papá, te dije que por favor ahora no uses la voz de Alfa. Asustas a mi amigo.

-Lo siento.- El hombre rió y Jimin lo vió bajar las escaleras.

Fue entonces cuando Jimin comprendió de donde sacaba Yoongi su porte de macho y su voz gruesa. Sin olvidar su buena apariencia.

Digamos que de Tal palo tal astilla.

El hombre llegó hasta ellos y extendió su mano, el Omega la estrechó dudoso.

- un gusto. Soy el señor Min, presidente de las empresas Min.

-Un gusto, Park Jimin.

-Ah, por lo que veo eres un Omega diferente.

Yoongi y Jimin se asustaron. ¿Tan rápido los habían descubierto?

-Yo también lo noté. - comentó la mujer. - Eres un Omega valioso, ¿Verdad cariño?- se dirigió al menor y Jimin sintió que pudo respirar, pero otra inseguridad vino junto con la Voz de Yoongi.

-¿Qué?

-Yoongi, tu amigo. - su padre lo señaló.- Es un Omega valioso, se nota a simple vista.

Yoongi iba a hablar, no podía creer que él no sabía eso. Pero su madre se adelantó.

-Por favor, vayamos a la mesa. La comida se enfriará.

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Imagínense esto.

Estar cenando con el Alfa que te fue destinado y al cual no quieres aceptar, y también junto a sus padres que te hacen preguntas.

Incómodo ¿Verdad?

Jimin se sentía como un cordero entre un montón de lobos.

-No me dijiste que eras ese tipo de valioso. - murmuró el médico.

-Por eso aquella vez te dije que no me refería a ése tipo de posesivos.- contraatacó.

-Pero eres mí Omega ¿Cómo los demás sí lo supieron y yo no?

-No soy tu Omega.

- ¿Qué tanto cuchichean?- preguntó sonriente la mujer.

-Nada mamá, la comida está buena.- sonrió con falsedad.

Sintió un pellizco en su pierna y miró a su acompañante. Jimin le hacía señas, indicando que les cuente la verdad.

Con rendición, Yoongi suspiró y llamó su atención.

-Mamá, Papá, tengo Algo importante que decirles.

La mujer dejó su cubierto de lado y miró preocupaba a su hijo.

-¿Hoseok finalmente te dejó con cachorros en tu vientre?

-¡¿Qué?!- de exaltó el Omega.

-Eso no es una mala noticia, Yoongi. Era lo que nosotros ya sabíamos que iba a pasar. - comentó con naturalidad el mayor.

-¡No!- interrumpió Yoongi. -¡Es sobre mí! 

-Yoongi. -llamó el menor, pero no fue escuchado.

-¡Soy un Alfa! ¡Y él lo puede demostrar!

El silencio fue de ultratumba, y Jimin se sintió cada vez más intimidado.

-Es verdad. - finalmente rompió el silencio al cual odiaba tanto. - Yoongi es un Alfa. No entiendo la razón, ni el porqué de ello, pero soy el único que lo siente. Siento su aroma.

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Luego de más de una hora tratando de encontrar una forma de aclararlo, ambos padres entendieron la situación.-¿Eso quiere decir que tú y mi hijo están predestinados?- Preguntó la mujer.

-Sí/No.

Ambos se observaron.

-Es complicado. -finalizó Jimin.

- y Yoongi ya...-El señor Min hizo algunas señales con sus manos.

-¡No lo mordí!