¡No quiero un alfa! » YOONMIN OMEGAVERSE «

Yangmi

Yoongi entró a la habitación de Yangmi, donde lo esperaban.

-¿Qué pasó?- Inmediatamente, el Kim mayor se preocupó.

- Supongo que ahora están juntos.

Jimin sonrió, alegre por su amigo y el hermano de Jin.

-¿Y qué hay con ella?- preguntó Jin, mirando a Yangmi, estaba sentada en la camilla.- Les recuerdo que hoy es su cumpleaños y está en este hospital.

-No podemos sacarla, puede ser peligroso. - Contesto Yoongi.

-¿Puede haber otra manera?- preguntó el Omega menor, con súplica. - Pasé muchos de mis cumpleaños en hospitales, y créeme, no es lindo.

Yoongi suspiró.

-Bien, dime Yangmi, ¿Qué es lo que más deseás hoy?

La pequeña miró por varios segundos al alfa, y sonrió.

-Quiero ir a una casa. Y celebrar mi cumpleaños ahí.

-Creo que también necesitas ropa...-Murmuró Jimin.

-Bien, Yangmi tendrá todo. Ponte los zapatos.

La niña obedeció.

-¿La sacarás del hospital?

-Calma Jin. No dejaré que nada les pase a los dos.

-¡Ji~n! - Minho abrió la puerta de golpe.

-¡¿ Y tú qué haces aquí?!- gritó asustado.

-¿Dónde está tu hermano? ¡Hoy es nuestra boda!

-¡No se va a casar contigo, ojos de rana!

- viejo, rindete. - Yoongi rodó los ojos. - Ya está con otro.

Minho abrió los ojos en grande.

-¿De verdad?

Yoongi asintió.

-No sabes el peso que me sacaste de encima. -suspiró con alivio.

-¿Qué?- interrogó Jimin.

-Yo no me quiero casar con Taehyung, no desde que puedo oler al cocinero.

-¿Taemin?- preguntó Jin, y Minho asintió.

-Yo pensé que Taehyung sería perfecto si era él quien me llevaba el desayuno a la cama. ¡Pero ya no quiero eso! Quiero ser yo quien le llevé el desayuno a la cama a Taemin y—

-Sí, oye viejo. No tenemos mucho tiempo. Tenemos que irnos a casa así que, adiós. -Yoongi tomó a la pequeña en brazos y salió junto con Jimin. No quería escuchar las tonterías de Minho.

El camino por los pasillos del hospital fueron tranquilos, hasta que llegaron al auto.

-Sólo por hoy iré atrás con ella.- avisó Jimin.

-Bien. - Yoongi no dijo nada más. Entendía que ahora esa pequeña era responsabilidad de ambos por igual.

El camino estuvo lleno de preguntas por parte de la niña, y respuestas de Jimin, Yoongi sólo se concentraba en el camino.

-¿Yoongi Oppa es tu alfa?-preguntó meciendo sus pies.

-Así es.-el rubor en sus mejillas no se hizo esperar.

-¿Y viven juntos?

-Sí.

-¿Y van a tener cachorros?- su emoción fue grande.

-Ehh...

Ambas miradas se encontraron por el espejo retrovisor.

-Eso no es posible, Yangmi. -Esta vez, quien respondió fue Yoongi.

-¿Por qué no?

- Los albinos y los normales no pueden tener cachorros. No son de la misma especie.

-Pero ahora debemos cuidarte a ti. - finalizó Jimin. - Tú eres mi sobrina, Yangmi.

El auto se estacionó y los tres bajaron del auto.

-¡Es un castillo!- gritó emocionada.

-No, sólo es una casa muy grande.- respondió Yoongi.

-¿Puedo entrar?- su emoción era obvia.

-Claro que sí, peque.

Los tres entraron a la casa de Yoongi. Cuando decidieron cocinar un pastel, a petición de la cumpleañera.

Terminaron manchados de harina y chocolate, pero el resultado valió la pena.

Le cantaron el felíz cumpleaños y jugaron por toda la casa, hasta que la noche cayó y luego de bañarse la niña quedó agotada.

-¿Cómo puede pesar tanto si es pequeña? - gruñó Yoongi mientras la llevaba en brazos por la escalera.

-No seas gruñón. - Respondió Jimin, siguiéndolo por detrás.

Entraron a una habitación vacía y recostaron a la pequeña en la suave cama.

-Está agotada. -Comentó el Omega.

-Supongo que dormirá hasta tarde.

Jimin terminó de arroparla y salieron de la habitación, cerrando puerta con cuidado.

Agotados, se encaminaron a su habitación.

-Creo que haremos un gran trabajo con ella. -apenas entró, Jimin se quitó los zapatos y se metió bajo las sábanas.

Yoongi imitó su acción, estaba muy cansado como para cambiar su ropa por su pijama.

-Quieres criarla, ¿Verdad?- murmuró el alfa.

-Es mi sobrina, mi hermano está muerto. Necesito protegerla, como a mi madre.

-Entonces permíteme protegerlos a los tres. Eres mi Omega, y tu familia también es la mía. - su voz adormilada relajó en gran parte al Omega, que dejó que el contrario lo abrace y acaricie.

-¿Creés que podremos hacerlo? ¿Criar una niña?

-Por supuesto. ¿Crees que no ví el instinto protector que tenías? Lo harás bien, cariño.

Acurrucados, decidieron cerrar los ojos pero...

-¡Tuve una pesadilla! - Yangmi abrió la puerta ruidosamente y sin encender las luces, se abalanzó hacia los mayores.

Sí, lo harían excelente.