Capítulo 14

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-Empaca tus cosas José, nos vamos a Guadalajara...-
-¡¿Como dices?!-
-¿Que no me oíste Joe? Nos vamos a Guadalajara-
-S-s-si p-pero ¿Ahorita?-
-Si ¡Ándale! Hay que apurarnos si queremos llegar temprano-
-E-está bien...-

Vaya que era repentino, estar tranquilamente en la casa de Panchito y de repente volar a Guadalajara, el loro estaba preocupado, talvez había ocurrido algo en la familia de Panchito... ¿Tenía un hermano menor? ¡Claro que tenía un hermano menor! Tal vez le había pasado algo malo, el brasileño debía tranquilizarse ya no sabía ni lo que pensaba empacó ropa... Esperen... ¿Que tanta ropa debía empacar?...

-¡Oye Panchito! ¡¿Que tanto empacó?!-
-Lo que necesites para unos 3 o 4 días...-
-E-está bien... Espera ¿No sería correcto que te lleves a Tere? Después de todo tu y ella...-
-Ella está ocupada... Además, quiero que mis padres te conozcan... Estoy seguro de que le caerás muy bien a mi madre, ella nació en Bahía...-
-Si recuerdo... Pero...-
-¿Ya estás listo?-
-Si... Pero...-
-Bueno vámonos-

Panchito llevaba una maleta en una mano y la mano de José en la otra, por suerte un taxi iba pasando por ahí, así que preocupación por llegar rápido al aeropuerto no habría. El gallo tomo su teléfono y le marcó a Donald...

-Hola Donald ¿Estás despierto?-
-Yawn... Algo así Panchito ¿Porque?-
- Mira Donald, José y yo necesitamos ir a México a un asunto y creo que dejé mi casa abierta...-

José al escuchar casi lo mataba con la mirada, ya muchas veces le había dicho que cerrará la puerta de la casa...

-¿Crees poder ir a cerrarla? Hay unas copias de las llaves en una maceta fuera de la casa... Te las puedes quedar si quieres...-
-Yawn... Está bien Panchito... Ahora voy...-
-Jajaja sabía que podía contar contigo pato jajaja muchísimas gracias amigo mio-

Panchito colgó el teléfono y al voltear a su derecha el brasileño no chistó ni un segundo para empezar a reclamarle porque no había cerrado la puerta, el mexicano solo rodó los ojos...

-¡Francisco! ¡¿O que aconteceu?! ¡Você está louco! ¡¿Como você pode deixar a porta aberta?!-
-¡Oh José! No es para tanto...-
-¡¿Cómo no va a ser para tanto Francisco Romero Miguel Junip...?!-

Panchito acercó su rostro con el de José, su mirada era seria, solo lo miraba a los ojos sin decir palabra alguna... lo bueno que era de noche y el taxista no había prendido la luz del auto porque de no ser así, el gallo hubiera visto su claro sonrojo... El brasileño se volteó hacia la ventana para dejar de ver al mexicano, quien ante tal acción dió una pícara sonrisa y triunfante se regresó a su lugar...

Llegando al aeropuerto tuvieron mucha suerte también, pues consiguieron boletos primera clase para ir a Guadalajara (aclaro esto: Panchito y José ahorran mucho dinero... Literalmente lo surran :v) ya en el avión buscaron sus asientos y decidieron ponerse a platicar...

-Oye José... No es por ser chismoso pero ¿cómo te fue con Tere el otro día? Llegaste a casa con un semblante diferente...-
-¿Tú crees? Bueno... No pasó nada fuera de lo normal-
-Oh ya veo...-
-Panchito no quiero parecer grosero, de hecho me agrada la idea pero... ¿A qué vamos a Guadalajara exactamente?-
-Bueno... La casa en la que estamos viviendo... Digamos que mi padre me dejará la casa...-
-Wow... Me alegro por ti Panchito... Te la mereces-
-Gracias José... ¿Sabes una cosa?-
-¿Mmm?-
-Contigo a mi lado la casa se siente... ¿Cómo decirlo? Viva... Me alegra que estés conmigo ahí...-

José ocultó su rostro volteando hacia otro lado...

-Y yo soy feliz estando a tu lado Panchito...-

José sintió como la mano de Panchito se paseaba sobre la de él, este correspondió sujetándole, cuando se digno a voltear vió al mexicano totalmente dormido, el susodicho solo rodó los ojos con una sonrisa en el rostro y se recostó sobre el hombro del gallo. Una voz femenina daba aviso que ya habían llegado al lugar de destino: Guadalajara, el mexicano abrió los ojos y dió un largo bostezo al querer moverse sintió un peso sobre su pierna izquierda y ¿Cuál era el motivo? El brasileño se encontraba aún dormido, el mexicano lo observaba con dulzura, el antes mencionado se veía tan lindo dormido que no quería despertarlo, pero no tenía otra opción debían bajar del avión. Este agitaba suavemente al loro y lo llamaba por su nombre, cuando este por fin abrió los ojos y vio sobre que (y quién) estaba apoyado se levantó bruscamente...

Eres único para mi...   You are only one for me...Where stories live. Discover now