1

16.8K 904 220
                                    



ESTÁTICA

por 

Galfoy

(Traducción)

_________________________________

Fue como despertar en medio de una pesadilla.

La conciencia volvió a Draco Malfoy como un martillo en la cabeza, y jadeó. Casi de inmediato, deseó estar de nuevo inconsciente. Estaba en un mundo de dolor que no sabía que existía. Una agonía insoportable quemaba su piel, como si hubiera sido rociado con combustible y encendido. Casi podía sentir las llamas recorriendo su cuerpo, pero no podía oler el humo. Era lo único que podía hacer para no moverse, no gritar. Sentía el pánico subir por su garganta. El aire era húmedo y nauseabundo, cargado de temor. Empezó a tener vagos recuerdos, pero no quería creer que fueran reales. Eran muy difíciles de aceptar.

¿Cómo pudieron dejarnos aquí para morir? ¿Después de todo lo que hicimos?

Se dio cuenta de que estaba tirado en el suelo hasta que otra ola de dolor lo golpeó y eliminó todo lo racional de su mente. Latido tras latido golpeaban su piel sensible, deseando que su corazón se detuviera de una vez. No más latidos, no más dolor. Sonaba sumamente tentador. Un pequeño gemido escapó de sus labios. Incluso el interior de su boca quemaba― ¿Había alcanzado allí también el hechizo del Señor Tenebroso?

Podía sentir su furia hirviendo debajo de sus heridas, la ira aceleraba su corazón masoquista.

Traicionado, se burló una voz dentro de él. Hemos sido traicionados por nuestro propio bando.

No lo quería creer.

Había gritos y explosiones, pero no podía reunir la energía para abrir sus ojos. Sabía con una certeza enfermiza que seguía en ese infernal sótano, torturado y lanzado allí porque el Señor Oscuro ya no favorecía a su familia. Después de todo lo que había sacrificado.

Aún no quería creerlo. La negación parecía más fácil, de alguna manera. Más fácil que la temible verdad.

A cambio de poder, la familia Malfoy pagó con todo lo que tenían: su riqueza, su hogar, años de servicio. A cambio, el Señor Oscuro los mantuvo en su círculo más cercano, favoreciendo y manteniéndolos informados de sus operaciones. Ellos eran reverenciados y temidos como todo Malfoy debía ser. Los años pasaron y la guerra continuó, ambos bandos compitiendo por el control. Las cosas iban bien. Predecible. Tanto como podía durar la guerra en todo caso, trabajando como un Soldado Oscuro, tratando de permanecer con vida.

Pero algo cambió. Los Malfoy empezaron a caer en rango, al principio apenas se percibió, pero imposible de percatarse cerca al final. Terminó de la peor manera posible: el Señor Oscuro asesinó a la matriarca en un ataque de furia y dejó al padre e hijo morir vergonzosa y dolorosamente. Fue una drástica y humillante caída en desgracia. Los Malfoy estaban en la cima, o eso era lo que Draco siempre había creído. Ahora, los únicos Malfoy que quedaban estaban ahogándose en su propia sangre, olvidados en el escondite de algún mortífago. Incluso en su letargo inducido por el dolor, Draco podía ver lo desesperada que era la situación.

Nunca nadie nos encontrará aquí. Si lo hicieran, estamos mejor muertos. Nadie nos quiere con vida.

La situación lo hacía sentir furioso, su ira ardía tan intensamente a medida que el hechizo lo consumía en vida. Ellos pertenecían al círculo íntimo de Voldemort. Ellos creían en todo lo que él representaba. Eran jodidamente leales. Aquellos oportunistas, ratas lloronas que no merecían la maldita gloria. ¿Por qué fueron echados mientras que ésos tenían que quedarse?

ESTÁTICAWhere stories live. Discover now