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—Están heridos, no muertos —dijo Lucius cuando Draco volvió a la sala—. La Orden no estuvo para nada contenta al ver mi cara flotando en la red flu, pero cuando les expliqué la... situación... fueron mucho más serviciales.

Draco alejó su ira irracional hacia los dos idiotas por ser heridos cuando Granger más los necesitaba.

—¿Cómo está ella? —preguntó su padre.

—Inconsciente —respondió—. Odio decir esto, pero creo que debemos aprender a preparar nuestra propia comida para la próxima vez. Ella no reacciona. Tampoco parece escuchar nada.

Lucius gruñó, claramente enojado.

—Esos chicos debieron tener un plan de respaldo en caso de que se ausentaran. Claramente conscientes de su condición. Alguna advertencia hubiera sido mejor, ella pudo habernos asesinado. Sin duda te hirió.

Draco miró su brazo. El corte era más profundo de lo que recordaba, pero era menos importante que el lío en el que Granger estaba sumida. Los cortes sanan. Se encogió de hombros.

—Seguridad —dijo, de un momento a otro y bufó—. ¿Recuerdas lo que dijo? ¿Cuándo le pregunté la razón por la que tomaba la poción todas las noches? Trataba de hacer que admita su adicción, pero en lugar de eso ella dijo 'seguridad'. Maldición. Me pregunto qué otras cosas habrá hecho durante un terror nocturno. Probablemente espantó a los niñatos de Potter y Weasley.

Sus pensamientos fueron interrumpidos por un rugido, Wolfgang salió de la red flu, claramente descompuesto.

—¿Ella está bien? —preguntó estrujándose las manos. Ambos Malfoy notaron la tensión extrema de sus hombros, mandíbula, en su conducta general. Draco afiló sus ojos.

—Está en su dormitorio, en uno de sus trances —dijo Lucius fríamente.

—¿Está herida? ¿Lastimó a alguien?

Draco levantó su brazo para que Wolfgang pueda ver el corte, y dijo—: Solo tiene algunos rasguños, pero estará bien. Le quitamos el cuchillo antes de que pudiera hacer verdadero daño.

Wolfgang dejó escapar un suspiro. —Estoy agradecido. Ella... ella ha pasado por mucho.

Sin ninguna otra explicación, se fue en dirección a la habitación de Hermione.

Lucius frunció el ceño pensativo. Draco pudo adivinar que estaba pensando cómo expresar su próxima frase.

—Los que se preocupan por ella lo hacen muy profundamente —dijo después de un rato.

Draco reprimió el incómodo estremecimiento en su estómago, recordando la sensación de su pequeño cuerpo entre sus brazos, los brazos de ella alrededor de su cuello, su cara presionada contra su pecho.

Como si su padre hubiera leído sus pensamientos, volteó hacia él y dijo—: Sería mejor si no nos involucráramos mucho con ella, Draco. Sabes tanto como yo que ella es un objetivo del Señor Oscuro. Aparte, en caso de que ella sobreviva, nosotros nunca seremos compatibles con... los de su tipo.

Draco no respondió. Captó el mensaje de inmediato. Se sintió enfermo por ello.

—Hijo, dime que me entiendes.

—Claro —dijo enojado—. No quieres que seamos amigables con una sangre sucia. No soy tonto, padre.

Lucius parecía no estar contento con la situación, pero Draco no sabía por qué. Él obtuvo lo que quería, la palabra de Draco sobre no acercarse a Granger. Era tan irritante... ¿Cómo podría evitar apegarse a ella un poco? ¿Cómo podría cualquiera de ellos? Ella era un maldito enigma, pero no se podía negar su atractivo silencioso. Incluso su padre se comportaba más amable con ella, sin importar lo mucho que lo negara.

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