El secreto de los dioses [M. I #1] ✔️

Capítulo 19

Henry

Termino de deshacer el nudo de mi corbata y al recordar a Layla y como sus dedos se movían por mi cuerpo... debo admitir que me gustó.
Pero no de la manera en la que estuviera bien, porque mientras la tenía en mis brazos mientras bailábamos, no pensaba en un cabello castaño oscuro sino en uno rubio como el trigo, brillante como oro. Y en lugar de sus manos delgadas, artísticas y elegantes, pensaba en unas manos más suaves y pequeñas.
Y cuando sus piel rozó la mía, lo sentí.

¡Por el Tártaro, soy un maldito por pensar en ella.!

Un maldito que todavía la extraña, y su recuerdo sigue pesando en mi memoria.

—¿Qué es lo que te tiene tan dudativo? —la voz de Camy me regresa a la realidad distrayendo mi mente de ojos, bocas y cabellos rubios y trato de no gruñir—. Tu acompañante es muy bonita. ¿Nueva adquisición?

—Va a trabajar para mí —le respondo mirando a la rubia platino que se encuentra a mis espaldas recostada en el sillón otomano de mi despacho.

—Uh, drama laboral —ronronea y nunca en el tiempo que estuve aquí y la invité a compartir más que una simple plática me había molestado tanto su voz—. ¿Qué es lo que quieres hoy de mi Henry?

—Creí que ya después de tantos años por fin lo habíamos aclarado —gruño en su dirección mientras me sirvo una copa bien cargada de whisky.

Hoy más que nunca parece que lo necesito.

Necesito acallar recuerdos.

Recuerdos que no me dejan continuar. No me dejan vivir.

—Perfecto, ¿quieres hacerlo rápido o...?

—Como sea —niego, y cuando me giro, su sonrisa es depredadora.

—Perfecto —susurra sonriendo ampliamente y sé que probablemente va a ser una muy mala idea.