capítulo 4

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Suspiro de nuevo, aún recordaba los sucesos anteriores a ese dia. Sus ojos estaban un poco adoloridos por las pesadillas que apenas hace unos minutos tuvo

Se llevó una mano al pecho antes de clavar su mirada en el espejo donde él estaba. Viéndolo con detenimiento. Analizando su estado físico, aunque no lo pareciera, sus músculos estaban un poco desarrollados, no exagerados, pero que eso no los engañe. Sus golpes podrían partir una montaña como máxima fuerza. Y eso sólo en su modo normal, y si entraba en su modo especial sería invencible

De todas formas, casi... bueno... de hecho nunca llegó a usar su modo especial contra alguien en la era actual. Nadie le daba pelea ni en su estado normal y no los culpaba. Siendo un ex shinobi, héroe de guerra, nuevo sabio de los seis caminos, ninja inmortal y muchas cosas más... Nadie lo podría igualar

En fin.

Lentamente salió del baño con sólo unos pantalones cortos de color negro con unas líneas naranjas a sus costados. Se rasco el cuello antes de que una pequeña explosión de humo blanco lo cubriera. A paso lento, salió de la nube de humo con su traje negro, tomó el maletín y salió del departamento acomodandose su máscara junto a su pelo ocultando sus ojos

/más tarde/

Por enésima vez en el día, comenzó a tocar las teclas de aquel aparato diabólico reposando en sus manos. Se sentó en la rama del árbol con su maletín a su lado, y con el teléfono celular en sus manos siendo atendido por el rubio que veía con una mirada de muerte al aparato que lo estaba sacando de quicio al no poder memorizar sus funciones...

... Suspiro sorprendido al ver como aparecía un juego online de disparos. Comenzó a jugarlo como podía y en menos de 3 segundos le agarró lag y lo mataron

Una ceja se crispó antes de que su mano se cerrará con fuerza aplastando el celular y poniéndole un fin a ese miserable

Tiro los restos a quien sabe donde y dirigió su mirada al cielo algo anaranjado. Se la paso todo el día aburrido y intentando usar esa cosa nueva para él. Casi no dio clases de ninguna materia por que todos los profesores asistieron... lamentablemente...

También se la paso observando las nubes. Una costumbre que agarró de su amigo

Desvío su vista a un lugar en específico. Sentia una energía algo mezclada, un poco de bondad y un poco de maldad. No hacia falta saber decir de que se trataba

Entrecerro los ojos desapareciendo sin dejar rastro

/techo de la escuela/

Una silueta surgió del suelo dejando a la vista a cierto rubio sentándose en la orilla del techo del edificio. Se acomodó el pelo cerrando los ojos para abrirlos lentamente viendo unas pequeñas manchas a la distancia por el suelo. Sin necesidad de nada, su pupila se rasgo logrando llegar a verles el rostro a ambas personas

Se trataban del niño pervertido que por lo que escucho, desea un harem. La otra el pelon de su amigo

Repentinamente, el profesor se quedo viendo el vacío con una mirada perdida, antes de soltar una carcajada al recordar un suceso que le pasó al pervertido. Mientras trataban de espiar a las chicas del club de karate o quien sabe. Los descubrieron pero sus amigos lo dejaron sólo con las chicas con bastones que seguramente usaban para práctica kenjutsu

La silueta de ambos muchachos se despidieron mientras el rubio desaparecía en el aire como si el viento se lo llevará.

Sus pies tocaron un poste de luz mientras su silueta era iluminada por el atardecer a sus espaldas. Sonrió un poco debajo de la máscara.

Mi Eterna Maldición (Re-escribiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora