«extra uno»

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Christopher se despierta sintiendo el cuerpo de su esposa envuelto con el de él. Sus piernas entrelazadas, sus brazos alrededor de su torso y su rostro enterrado en su pecho. El brazo de él sobre su hombro, atrayéndola más a su cuerpo.

—Cuanto te amo. —susurra contra su cabello, dejando un beso allí.

Admira su rostro tranquilo mientras duerme, traza su rostro desde la sien hasta llegar a su mentón, sonriendo como un bobo. Deja otro beso en su cabello antes de acomodarse en las almohadas. A pesar que apenas han estado aquí por un día, su olor ya está impregnado en las sabanas y con ese rico olor inundando sus fosas nasales, se vuelve a quedar dormido.


____


Media hora más tarde Haise se despierta porque el sol le está pegando en la espalda. Sonríe al sentir la cálida piel de su esposo contra su rostro. Deja un beso allí, sabiendo que el castaño se despertara en segundos. Una sonrisa grande se forma en sus labios al sentir que su esposo se retuerce contra las sabanas.

—Buenos días mi amor. —ella lo vuelve a ver, subiendo hasta sus labios para darle un beso con aliento mañanero.

—Buenos días mi vida. —el agresivo de su esposo le muerde el labio inferior. —¡Feliz décimo aniversario! —le susurra contra los labios.

—¡Feliz décimo aniversario amor! —se sube encima de él. —¿Puedes creer que han pasado 10 años desde que nos casamos? —

—¡Oh dios! —Christopher dice dramáticamente. —¿Cómo te he aguantado por tantos años? —bufa por lo bajo.

—Eres un idiota. —la pelinegra pone los ojos en blanco. —no sé cómo yo te soporto a ti. —se sienta en la cama y se cruza de brazos.

Riéndose a carcajadas Christopher se sienta en la cama enfrente de ella.

—Tengo algo para ti. —su esposo le acaricia la mejilla suavemente.

—No me contentaras con eso. —hace un puchero.

—Tienes que leerlo primero antes de decidir. —Christopher se levanta de la cama, camina para la maleta y saca una cajita de esta.

—¿Con una cajita me piensas contentar? —Haise lo mira mal.

—No la cajita, pero lo que está adentro. —regresa a la cama y se sienta enfrente de ella otra vez. —ábrela. —pone la cajita enfrente de ella, aun sosteniéndola.

Con manos temblorosas Haise abre la caja, frunce el ceño al encontrarse con un papel arrugado y amarillento, toma el papel y con mucho cuidado lo desdobla. Unas lágrimas se forman en sus ojos al ver lo que está escrito en el.

Querida Haise,

Estoy aquí en el lugar donde te vi por primera vez y estoy pensando en ti.

Te quiero decir tantas cosas, pero el miedo me paraliza cada vez, así que estoy escribiendo esto con la esperanza de podértelo dar antes que sea demasiado tarde.

Lo siento por ser un patán y defraudarte una y otra vez. Lo siento por no ser lo suficientemente valiente para decirte lo que en realidad siento por ti.

Tengo miedo de perderte, siempre he dicho que la única forma de tener algo para siempre es perdiéndolo, pero contigo se me olvidó todo eso. Contigo aprendí a amar, a reír, a disfrutar de las pequeñas cosas de la vida.

Ahora estas a punto de irte a Londres y no sé qué hacer. Quiero estar contigo por el resto de mi vida, como en uno de los universos paralelos. Pero ahora mismo, no estoy en el lugar correcto para hacer eso y lo siento por eso también.

Recuerda que, por el momento ... en alguno de los universos paralelos, tú y yo estaremos juntos para siempre.

Pasa saliva mientras vuelve a ver a su esposo con una gran sonrisa en los labios.

—¿Enserio? —su esposa le pregunta con la voz entre cortada.

—Si. —asienta con la cabeza. —quería dártelo porque aún me siento así por ti y creo que esto no cambiara nunca. —le da un beso en los labios.

—Creo que dijimos no regalos. —Haise susurra contra sus labios, riéndose de lo ridícula que se ha de mirar en estos momentos. —Solo acordamos en pasar dos semanas en República Dominicana ...—

—Como cada año. —su esposo toma la carta de sus manos, la pone de nuevo en la cajita, la cual deja en la mesita de noche. —ahora... —se acerca a Haise poco a poco. —quiero hacerle el amor a mi esposa en esta habitación que significa mucho para nosotros. —la acuesta entre las almohadas delicadamente.

—¿Cómo logras que siempre nos den la misma habitación? —su esposa pregunta, tragando un gemido.

—Compré esta habitación. —dice, dejando besos por todo su cuello.

—¿Huh? —pregunta y jadea la misma vez.

—No iba a dejar que nadie más usara esta habitación, solo es para nosotros. —llega a su camisa de tirantes, de un solo jalón la quita y la tira por un lado. —¿te puedo hacer el amor ahora? —

—Quiero que me hagas el amor ahora. —Haise envuelve sus piernas por la cintura, atrayéndolo más cerca.






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dedicado a astridpaz06

PLAYBOY +18 HAISETOPHER ||THE PLAYBOY SAGA #1||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora