1. ¿Amigo?

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Cuando Michele no se encontraba en las apresuras de planear la siguientes rutinas de sus próximas competencias, detestaba despertar a temprana hora, y más ahora que no se encontraba en su país, sino en otro, donde será el Campeonato Europeo del año, a la cual él no participará.

Pero por esa misma razón, es que hacía de lado ese mal humor mañanero, precisamente porque él no participaba, pero sí su querida y preciosa hermana melliza. Por ello, no podía darse el lujo de tornarse al tipo gruñón de siempre y desaprovechar las oportunidades que tenía para convivir con la bella chica. Cada segundo que pasaban tiempo juntos era algo valioso para él, más encima de que ya no estaban tan unidos como antes, porque si bien es de recordar, hace casi dos años que la chica decidió en seguir su vida sin tener a su lado físicamente al mayor de los mellizos, alejándose de la sobreprotección que el chico le daba cada vez que se acercaba a cualquier hombre, ya fuera un amigo o un simple conocido.

Aún y que Michele seguía extrañando en tenerla todo el tiempo a su lado, había entendido que era lo mejor para ambos, aunque para sus ojos no le pareciera, pero su sentir le indicaba lo contrario.

Claro, es que tampoco estaba mal en verse de vez en cuando, y él aprovechó en que Sara encajó para poder participar en el campeonato europeo, acompañándola y brindándole apoyo como es debido. Estaría loco si se hubiese quedado en casa, quizás solo alimentando a su mascota, haciendo los deberes rutinarios que normalmente hacía en tiempos fuera de prácticas para patinaje, y también practicando sus habilidades culinarias.

En teoría, se hubiera considerado un verdadero idiota si hubiera hecho cualquier cosa que no sea en haber ido a Alemania; donde se realizaría dicha competencia; para apoyar a la única mujer que más amaba en el mundo.

Pensando nuevamente sus razones del porque su despertar temprana, se dispuso a mandar a la mierda las quejas mentales del porque sus ojos aún se encontraban tan pesados, combinado con la molestia por el mal olor que tomó la almohada donde anteriormente posaba su adormilado rostro.

Bueno, ignoró ese detalle; estaba en un hotel. Nada de allí era suyo, salvo las maletas donde aún tenía sus ropas guardadas.

Luego de estirar el cuerpo, tornó camino al baño para tomar la ducha del día, lo cual luego de ello, sus humos de malas actitudes habían bajado. Al fin de cuentas, para él, todo tipo de estrés o molestias desaparecen luego de tomar un buen baño.

Vistiendo de ropas deportivas, descendió a la puerta para salir de aquella habitación e ir por su hermana a que realizara su primer entrenamiento del día.

Aún y sabiendo que el campeonato era  dentro de un mes y medio, la misma Sara había convencido a su entrenador de que fueran un poco antes, tanto para acostumbrarse al clima–Que no era un tanto diferente a la de Italia–Como para poder disfrutar del lugar con detalle. No era su primera vez en Alemania, pero sí en Hamburgo. Así, ella luego de su práctica del día, se iba a visitar los lares y cada rincón, acompañada de su hermano o de Mila Babicheva; la cual también había clasificado para esa competencia.

En lo que la chica Crispino entrenaba más lo que eran los pasos que aún le faltaban detalles, el mayor la miraba, o sólo para admirar su belleza o para supervisar también que no hubiese fallas. Si iba a estar con ella, lo menos que puede hacer–Aparte de brindarle todo los ánimos posibles–Es también ayudarla a que mejorara ciertos pasos, aunque en su opinión, ella siempre obtenía las coreografías perfectas.

Después de la práctica, fueron a almorzar dentro del hotel donde se hospedaban. Una mala decisión, según Sara, hubiera preferido comer algo antes de haber ido a la pista; era ella quien tenía un carácter del demonio luego de haber salido del entrenamiento, y todo porque tenía el estómago más vacío que su monedero ahora que pagó la comida de hoy para ella y su hermano.

Como si fuera la primera vez - [EmilxMickey]Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora