3

1.7K 129 104
                                    

-¿Por qué no descansas?

Un escalofrío recorrió toda mi espalda, impidiendo que pudiera pensar con claridad. Justo a en el momento que quise darme cuenta, estaba sentado en la cama contigo. Acuclillado, claro.

-Yagami, yo no debería descansar.

-Sí que deberías, pero no quieres.

-Bueno, si tú lo dices. -me eché de costado en la cama, mirándote. Este juego me costaba entenderlo. Kira, ¿qué pretendes?

-Bien. -sonreíste.- ¿Quieres dormir ya, o quieres hablar un ratito?

-Suponiendo que seas Kira, esto me está dando muy mala espina. De repente pasaste de insultarme a intentar que ceda ante ti. ¿Por qué haces esto? ¿Es que acaso es un juego? -dije con voz tranquila, pero desafiante.

-Claro que no es juego. Qué pasa, ¿y si lo fuera? Tú tampoco te estás resistiendo mucho a caer en la trampa de "Kira". -te acercaste a mi como antes, lo suficiente como para que pudiera sentir tu respiración y el casi roce de tus labios contra los míos.- Pero en verdad, te estaba retando. Eres de lo más interesante, Ryuzaki. ¿Te van los tíos, y por eso no te atraen nada las chicas?

¿Eh? No me esperaba para nada esa pregunta, entonces me zafé de ti, y me alejé una distancia prudencial. Todo era una juego maquiavélico tuyo. No esperaba menos. El verdadero Kira tan solo se dedica a jugar con sus víctimas antes de matarlas, como si fueran un juguete. Light Yagami, tú eres Kira. Tan sólo una persona como él puede descolocarme tanto como lo haces tú, por tanto no debe ser otro, nada más que tú, tú y tú... Por eso haces que me confunda... Por eso. ¿No? Volvía temblar, y un frío comenzó a invadirme, por lo que me puse en posición fetal mientras mordisqueaba de nuevo mi dedo. En uno de los mordiscos, brotó sangre.

-L, tienes una ansiedad que lo flipas, ¿no?

-¿Eh? ¿Qué? -miré mi dedo.- Ah esto... No es nada. Me pongo nervioso muy fácilmente.

-Tan solo estaba jugando contigo. No te pongas así tío. -me comencé a calmar y a entristecer de alguna manera. Mi cabeza parecía un torbellino.

-Lo sé, pero el contacto me pone muy nervioso y... Perdona. No estoy acostumbrado.

-Sinceramente, lo estaba haciendo para joderte. Yo esperaba que me soltaras un puñetazo o algo así. -te acercaste a mi, de nuevo.- Pero parece ser que estoy en lo cierto... Esta es tu debilidad.

Me diste un toquecito en la nariz. Di un respingo. No podía apartar la mirada de ti, y la sensación que brotaba de mi pecho era tal, que no sabía decirte si era ansiedad, ira o que algo me había sentado mal. El hecho era que yo sentía un impulso mucho mayor que el que había tenido antes, y si seguías así yo... No podría más.

-Light, yo... No me gusta que... -dije mientras bajaba otra vez la mirada y volvía a temblar mientras mordía mi otro pulgar.

-Ryuzaki. -no me dio tiempo a reaccionar. Apartarste mi vicio con un ligero movimiento y tus labios se posaron sobre los míos. Mi corazón, mi tórax, iban a estallar. No sabía qué hacer. Comenzaste a mover los labios sobre los míos, y yo, inexperto, los intenté mover como tú. Unas cosquillas salían de mi pecho, y con el movimiento ligero de nuestros labios, iban creciendo. Fui posando mis manos sobre tus hombros, y poco a poco, me fui juntando más a ti. Lo hacía de una manera tan automática que hasta me daba miedo. Me dabas miedo tú. Lo que estabas haciendo. Tú cambio de actitud. ¿No habías dicho que era solo un juego? No lo entiendo...

Con una de tus manos, agarraste mi pelo de manera gentil y me atraíste más hacia ti, haciendo que yo me estremeciera durante unos instantes. Tu lengua lamió mi labio inferior, a lo que yo respondí con un suspiro. Tú me contraatacaste introduciendo tu lengua dentro de mi boca y acariciando la mía.

-Mnh~ Light, yo... -dije entre besos.

-Cállate L.

Bajaste tu mano y, cogiéndome de la cintura, me acercaste aún más a ti y profundizaste el beso todavía más. Intenté seguir tus pasos y comencé a mover mi lengua y a atraer tu cadera contra la mía. Soltaste un pequeño gruñidito y te pusiste encima mío.
Me miraste con, puede que deseo o diversión, y volviste a bajar sobre mí, esta vez besando mi cuello. Suspiraba con cada gesto que realizabas. Pasaste tu lengua por todo mi cuello pegando pequeños mordiscos, a lo que yo no pude evitar soltar un pequeño sonido, involuntario, que parecía haber salido de lo más profundo de mi ser.

-A-Ah... -otro salió. Comencé a sentir calor, y algo que me pedía más y más de ti.

Mordiste mi clavícula, y suavemente fuiste deslizando tu mano por debajo de mi camisa. Me hacías unas cosquillas que tan solo incentivaban que yo respirara más y más fuerte. No sé como, me quitaste la camisa, que era igual a la tuya, y la dejaste encima del ordenador.

-Light... Mnh... -besabas mi pecho y mordías cada pedazo de piel que veías apetecible. Lamías, besabas... -A-Ah...

-Para no gustarte el contacto -mordiste el hueso de mi cadera para después besarlo- no pareces estar pasándolo mal.

-C-Calla... Tú empezaste y yo no sé cómo reaccionar a todo esto que estoy... -ahogué un gemido más fuerte de lo normal cuando empezaste a acariciar mi miembro por encima de la ropa que llevaba. Ardía por dentro.- Fu... Light... Yo... Mnh~

-Deja de intentar a hablar y céntrate en la situación. Si sigues quejándote, pararé.

Una vez dicho esto, desabrochaste mi bragueta y comenzaste a chupar por encima del calzoncillo que llevaba puesto. Mi vista comenzó a nublarse, por todas las sensaciones juntas, mientras que mi cuerpo tan solo respondía a ti con un jadeo constante y algún que otro gemido. Agarraste la ropa que me quedaba, y la deslízate hacia abajo, quedándome completamente expuesto ante ti. Ante... Kira. Por más que pensaba, más miedo me daba yo, por no saber parar. Por no saber... Qué coño hacía.

-Es incríble. Incluso estando así, puedo saber cuándo y qué estás pensando. -me estabas empezando a masturbar.- Estás pensando que cómo has llegado a estar así conmigo. -más rápido.- Con el hijo del jefe de la policía. -más.- con...

-...Kira... A-ahh, Light... - sentía que me iba a correr dentro de muy poco.

Te inclinaste hacia mí, y me susrraste, mientras que tú mano no paraba.

-Yo no soy Kira.

Mordiste el lóbulo de mi oreja, y yo exploté. No podía contenerlo más y me vine encima mía. No me paré a pensar en nada durante diez segundos aproximadamente, centrándome en mi respiración. Maldito Yagami... Acepto mi derrota.

No quiero que seas Kira // Light x LDonde viven las historias. Descúbrelo ahora