Hablando conmigo mismo

26 3 0
                                    

—¿Por qué te sientes así? ¿Te ha pasado algo? ¿Has tenido malos momentos? ¿Qué te atormenta? ¿Por qué te duele? ¿Hay algo que quieras decir, pero se lo quieres ocultar al mundo? ¿El pasado te persigue? ¿Piensas que no mereces algo bueno? ¿Por qué? ¿Por qué estás sufriendo tanto?
—Yo... realmente no lo sé o solo no quiero saberlo porque duele y duele mucho... No he tenido malos momentos, tengo unos grandes amigos con los que puedo pasar el rato, tengo una familia con los que puedo hablar cosas interesantes. Cada día tengo cosas que hacer. Cosas que quiero hacer.
—Tienes razón que tienes todo eso, pero sufres. También tienes cosas que quieres hacer como dices, pero... siempre te distraes y terminas no haciéndolo. ¿No estás cansado ya de eso? ¿De no hacer lo que quieres?
—Sí que lo estoy... pero prefiero jugar con mis amigos a estar pensando en mis problemas.
—No te engañes, esa distracción solo será momentáneo.
—Lo sé, pero al menos puedo reír con mis amigos en esos momentos.
—No diré que estás haciendolo mal, pero tampoco es lo correcto, ¿sabes?
—Lo sé y honestamente me maldigo. Quiero saber... ¡Cuál es la razón de este sufrimiento!  ¿Será que no acepto cómo soy? ¿Que sigo viendo solo defectos en mí y no pueda aceptarlos?
—N-no sé qué decir acerca de eso... sigo sin comprender porqué te rechazas.
—¡No sé! Me pregunto si soy una buena persona ¿La gente no me dirá que soy una mala persona solo para no lastimarme? Es que en serio, no puedo conmigo mismo. Soy demasiado perezoso. Intento ayudar, pero me sale todo mal. Quiero ayudar cuando alguien está sufriendo, pero al final me quedo paralizado pensando que lo puedo empeorar. No hago nada... ¡ni lo intento!
—¡Deja de destruirte!
—Es que... no sé. Siento que pido a gritos ayuda, pero nadie me escucha. De todas maneras no me gusta ser el centro de atención. No me gusta que se preocupen por mí.
—Si no te gusta ser el centro de la atención ni que se preocupen por ti, entonces ¿por qué días atrás mandaste esas indirectas?
—Yo también me lo pregunto, tal vez quería saber si alguien se preocupaba por mí o... tal vez estaba pidiendo ayuda por ese medio.
—Hubo una persona que te preguntó por tu bienestar dos veces. Simplemente la hiciste preocuparse más y rechazaste su ayuda.
—Sí, agradezco mucho eso. Quería desahogarme en esos momentos. Quería poder tener a alguien con quien poder hablar, tener a alguien con quien poder contarle mis pesadillas, pero como dices... rechacé su ayuda. Quería tomarla, pero no quería molestarla.
—¡¿Por qué siempre dices que eres una molestía?!
—Es lo que siento. Es que con cada acción que hago siento que molesto a la otra persona, igual si no lo hago con mala intención. Tal vez sea por esa razón que no hago muchas cosas, tal vez tenga miedo al rechazo.
—¡Sabes que no lo eres! ¡Hasta te lo han dicho!
—¡No lo sé! No lo sé... hay personas en las que confiaba mucho y de un día para el otro, fui traicionado por esas mismas personas. Todavía me duele esa herida. Hubo en quienes pensé que podía sentirme cómodo y estar en paz, pero al final solo estaba siendo utilizado. Estoy teniendole miedo al mundo... a las personas.
—Tom... en serio... ¿dónde quedó ese chico que sonreía sinceramente? ¿dónde está ese chico que disfrutaba la compañia de otros? ¿dónde quedó esas ganas de querer mejorar cada día y ser mejor persona? ¿dónde está ese pensamiento de que el mundo puede ser un lugar donde todos puedan sonreír sin tener que sufrir?
—Yo también quiero saber qué pasó con ese chico... será que... ¿el chico sufrió tanto que tuvo que cambiar?...o... ¿vió que el mundo no es un lugar donde él pueda ser él mismo?
—Oh, Tom... Has pasado por mucho, ¿no es así?
—Sí... ya no sé qué hacer. Necesito ayuda. Ayúdenme... por favor... ¿Habrá alguien dispuesto a ayudarme con este sufrimiento? Sin que le moleste o que sienta que sea una carga. Sé que cada uno tiene su propia vida y sus propios problemas, pero... la verdad... no me gusta la idea de ser una carga.
—No pienses así, por favor. Habrán personas dispuestas a caminar junto a ti. No irán ni adelante ni atrás tuyo, sino alado tuyo, apoyándote en todo momento. Tal vez tengas dificultades y quieras huir para no ser una molestía. Lastimosamente la vida no es de color rosa, habrán altibajos y eso lo tendrás que aceptar. Y huyendo no solucionará nada.
—¡Ya no sé en qué pensar! Siento que me quitaron mi felicidad, mi libertad... Puedo estar bien, fingir estar bien, sonreír, reírme, pero por dentro me siento... vacío, con un malestar inexplicable, una inquietud. ¡Quiero saber que me está pasando!

... ¿Qué me está sucediendo?

Pensamientos al VacíoWhere stories live. Discover now