Midnight [KookMin]

•Capítulo 3•

☆♡♤◇♧

Es la cruel realidad,
la que nos mantiene vivos.
Estamos infectados, de esto que llamas amor.

☆♡♤◇♧

Busán, Corea del Sur.
29 de Agosto.
3:05 a.m.

— Vaya mierda—no me cansaba de repetir en mi cabeza.

Baje del automóvil seguido de WooSeok, arrastrando los pies, con un semblante de derrota que no dejaba pasar desapercibido a la vista de los de seguridad.
Mi madre estaba esperándome al final del pasillo con su ropa de pijama y sus sandalias de conejo color rosa.

— ¿Hueles a alcohol, verdad? —me jalo del saco para acercarme a su nariz y así, olerme.

— Lamentó decirlo, pero esta vez el único decepcionado por no decepcionarte soy yo —me quite sus brazos de encima para ir directo a subir las escaleras—, no estoy ebrio. Mañana tengo un cliente que debo atender.

Ignore sus grandes ojos abiertos por las palabras que acaba de pronunciar. Pero esta vez no era eso, sí no el gran golpe de agua fría que había sentido una hora antes.

Kim Tae Hyung... en algún lugar, lo había escuchado. Pero no tenía idea en dónde, era un hecho que debía investigarlo, además sabía perfectamente con quién debía hacerlo. Pero no era la hora de jugar al detective, eran casi las cuatro de la madrugada, tendría que estar dormido, preocupándome entre sueños para que Namjoon, en dónde sea qué estuviera, volviera justo a tiempo a la cita, con nuestros prósperos clientes.

Estaba pensando responsablemente, ¿era acaso un efecto colateral de mi anterior depresión?
Estaba dispuesto a dejarlo pasar de largo, mis ojos sentía la pesadez del comienzo a los años veinte. Mi garganta sentía cierto recelo por no brindarle el alcohol que acostumbraba.

[Mensaje nuevo]

Demasiado cansado para sí quiera levantar el celular. Me recosté a la orilla de la cama, quitándome los zapatos que me atormentaban desde la mañana, masaje mis pies con cuidado de no lastimarlos pero tratando de revertir el calor que tenían después de la larga jornada de trabajo. Ni siquiera disfrute la supuesta ronda de tragos, fui abandonado por Namjoon apenas entramos y después fui cuestionado por aquel muchacho con cara extraña.

— ¿Es su prometido? Cielos, imaginaba algo mejor de alguien tan insolente como Jeon... no es que el chico estuviera feo, pero yo estaba mucho más guapo— Joder, deja de pensar en eso—, ¿Qué hacía comparándome entre esos dos? — susurre antes de levantarme e ir al lavabo para mojar mi rostro, lo limpie como de costumbre y volví a la habitación mientras secaba mi rostro con una toalla blanca.

Mire en mi cama rebotando algo en medio, mi celular ¿Quién jodidos podía llamar a las 3:00 a.m? Me acerqué al centro de la cama y miré el nombre vibrante al son de mi celular.

— ¿Debe ser una jodida broma? —grité al preguntar eso, lo suficientemente alto como para asimilar que en verdad estaba sucediendo, pero no tan despacio como para ignorarlo. Tome con el valor que prometí llegar a tener el día que ocurriera algo parecido— ¿Bueno? —erradique cualquier pista de asombro o sorpresa en mi voz.