III

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Tú, más que nadie, tendrías que darte cuenta de lo delgada que es la linea que separa la verdad de una mentira convincente. La línea que separa la historia de un relato entretenido. Sabes cual de las dos cosas ganara con el tiempo. 

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Tomo una ducha rápida. La cual le ayudo de sobremanera a pensar mejor las cosas. A analizar la situación, y lo que se avecinaba en su nueva vida. No planeaba quedarse con Louis una larga temporada, tal vez solo un tiempo, en lo que veía que haría, no podía abusar. Su salida más rápida era ir con Liam. De igual forma, necesitaba un tiempo para pensarlo, no podía llegar así como si nada. Tenía que empezar a valerselas por él solo, le costaría, pues la sociedad era algo discriminatoria con los omega varones. Sabía que podía, le mostraría a todo que no eran distintos. Suspiro rendido, estaba licuando su cerebro pensando tanto. 

No le sorprendió cuando al salir encontró unos bóxer y playera de Louis, pues él no tenía ninguna de sus cosas. Después de ponerse el bóxer paso la camisa por su cabeza y se dio cuenta que esta le llega hasta tapar su trasero. Se sonrojo pensando en lo grande que era el alfa y que tendría su aroma impregnado por el resto del día. Cuando la puerta de la habitación fue abierta el seguía distraído mirándose en el espejo.

—Te queda bien. —Louis lo miraba embobado y sus ojos eran más oscuros de lo normal. Harry dio un brinco y se giro rápido para mirarlo. Susurro un gracias, que si el silencio no estuviera tan sepulcral no se habría escuchado. Louis asintió restandole importancia y dio unos cuantos pasos hacía el rizado.— Me he adelantado, y he mandado por tus cosas a casa de tus padres.

Harry sonrió. Y pensó en que tendría de vuelta su ropa, zapatos, y lo más importante para él, sus pinturas y pinceles. Mordió su labio mientras conectaba sus ojos con los del hombre frente a él. Quien no se detuvo y siguió dando pasos sigilosos para estar más cerca. Cundo no se inmuto o se negó a su cercanía acelero su andar. Tomo sus caderas y el omega tembló ante su toque cerrando los ojos. Todo lo que escuchaba era la respiración pastosa de Louis.

—Te quedaras, ¿verdad? —Fue una pregunta desesperada. Harry podría jurar que escucho un ruego detrás. Pero dejo todo pensamiento cuando el alfa enterró su cara en su cuello. Se sostuvo de sus hombros inclinando su cabeza para darle mas espacio y pudiera olerlo con libertad. No sabía exactamente porque se lo permitía, pero se sentía bien. 

Jadeo. Apretó los ojos cuando no sintió más el calor de Louis. Cuando los volvió abrir este estaba en el umbral de la puerta dándole la espalda. Se dio cuenta que estaba agitado por la manera que respiraba y provocaba que su cuerpo se moviera. 

—Sí —¿Para que evitar lo inevitable? Su omega se sentía tan bien cerca de aquel alfa. Estaba cómodo, protegido. Para que negarse, por qué no admitir que quería quedarse. Louis solo asintió sin mirarlo y se fue. No estaba seguro si no se arrepentiría luego, no sabía cuan grande había sido su error. Algo era seguro, perdería la cabeza y nunca se acostumbraría a que Louis lo dejara solo en las habitaciones después  de dejarlo emocionalmente inestable.

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Estaba feliz mientras instalaba sus cosas en la habitación de invitados que se le había ofrecido el día anterior. Tenía un closet enorme, el cual solo lleno hasta la mitad con su ropa, la cama era bella, con dosel de caoba y cortinas blancas, las mesitas de noche hacían juego, le encantaba lo iluminada que estaba la habitación pues había una enorme ventana que daba al jardín. Camino hacía el baño que también era enorme.  Estaba ansioso por usar la tina que parecía tan relajante. 

¿Por qué el cielo es azul? - L.S «Omegaverse»Where stories live. Discover now