IV

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Tan tranquilo que no puedo definir lo que está nadando en mi mente. He estado aquí antes, querido. No te preocupes cuando estoy contigo no hay gotas de lluvia dentro de mi vista. Y ahora que eres mío estaré allí a tiempo, estarás en mi mente


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—¿Necesitas algo?—Harry ladeo la cabeza mirándolo confundido. Parecía nervioso. Le parecía bastante tierno. Cualquier persona podía mirar al alfa que iba a su lado y le temería, se miraba aterrador, lleno de poder, como si solo pudiera destruirte con un solo movimiento, pero ahí estaba notando el lado extraño de Louis. En el que para él no parecía un imponente alfa. 

—Estoy bien.—Louis asintió apagando el motor. Puso rápidamente la mano sobre el muslo de Harry, apretándolo ligeramente, cuando lo vio que iba abrir para salir del auto.—Espera.—Salio del auto cerrando la puerta  detrás de él, y camino por delante del auto para llegar a el lado del copiloto; le abrió la puerta al rizado y le tendió una mano para ayudarlo a bajar.

Harry con una sonrisa tímida tomo su mano y bajo. No sabía si podía acostumbrarse a la caballerosidad de Louis. No sabía si dejaría de sonrojarse cada que lo miraba y recordaba como le había pedido a Louis que durmiera con él la otra noche y desde entonces dormían juntos, pero solo dormían, claro. Podría nadie creerle, pero Louis era todo un caballero, lucía como un soberbio, y se comportaba en ocasiones egocéntrico, pero con él... Tal vez con él dejaba escapar lo poco que quedaba del Louis dulce. Tal vez solo eran pequeños rastros de polvo, pero era algo, y cuidaría de eso

Ya no se lo negaba así mismo. Al parecer su omega había ganado la batalla entre lo prudente e insensato. Le gustaba el alfa, y no solo a su omega, quien siempre ronroneaba complacido por su cercanía. Se hizo en espació rápido. No sabía que era exactamente lo que lo había atrapado, pero estaba ahí, feliz, porque estaba tomando mucho de Louis, este no lo notaba, pero lo estaba haciendo. Todo lo que Louis seguro se había forzado a reprimir, ese lado lindo, lo estaba sacando con él. Le mostraba que aun quedaba algo de ser humano en él, y no solo una persona fría. Ese confidencialidad que tenían lo hacía sentirse lleno. Lo hacía sentir que era el guardián del tesoro más valioso del mundo.

Comenzaron a caminar hacía a la entrada del estadio Warrington, estaba muy emocionado por mirarlo jugar. Había probabilidades de que en esa cancha mirara más del Louis confidencial que tenía solo para él. Le encantaba descubrir cosas nuevas de él. Descifrarlo de apoco, y aun así, sabía que no llegaría a entenderlo. Había toda una parte de Louis que nunca llegaría a saber que guardaba. Que clases de sentimientos, forzados a estar bajo llave, tenía.

Se concentro en el alfa cuando sintió una de sus manos rodeando su cintura, se acerco más a él instintivamente, cuando cayo en cuenta se sonrojo, pero se relajo cuando Louis no se alejo. Habían tomado más confianza en el otro, igual, no era como que les molestara el contacto. Al parecer, a Louis, le gustaba revolotear sus manos en Harry y a este le gustaba el cosquilleo de piel con piel, porque aun cuando fuera encima de sus prendas el roce, sentía que las atravesaba hasta sentir su piel. 

Cuando estaban frente a la cancha Harry miro hacía las gradas y había solo cuatro personas. Louis miro en su dirección y comprendió que Harry se debatía entre sentarse cerca de esas personas o quedarse solo.

—Son omegas. Esta bien, son la pareja de algunos compañeros.—Dijo para tranquilizarlo, lo cual logro solo un poco. Harry asintió y ya iba a dar un paso cuando sintió que Louis apretó un poco su cintura deteniéndolo.—¿Seguro que no necesitas...? ¿Estarás cómodo? Puedes venir conmigo si...

¿Por qué el cielo es azul? - L.S «Omegaverse»Where stories live. Discover now