𝘐 𝘥𝘰𝘯'𝘵 𝘭𝘪𝘬𝘦 𝘶;: ʝʝƙ (EN EDICIÓN)

chapter three

Estoy corriendo en un bosque oscuro, no encuentro la salida.
Tengo miedo.
No tengo a nadie.
Entre los árboles veo a alguien, No le veo la cara.

-¿Quién eres?—pregunté con cierto temor

...

Nada, es como si no me oyera.
El sujeto me extendió la mano.
No se porque pero me siento protegida.
Cuando voy a agarrar su mano..

–¡Ahh! —Me levanté exaltada, ¿qué cojones acabó de soñar? Me incorporé de la cama y me quedé quieta un segundo, restregando mi mano sobre mi cara

...

No se oye nada, qué raro, cuando Kaira esta despierta hace un montón de ruido. Miré mi móvil por inercia, ¿Las nueve y media?, ¡Cómo se me a hecho tan tarde! Miré de nuevo mi mesilla que esta al lado de la cama y ví una nota ahí

Hannah te he llamado como diez veces, parecía que estabas muerta, por eso te he dejado dormir. Seguramente llegues tarde a clase
Suerte con el profe. :)
Con mucho cariño.

Kaira. :3

Hija de puta. Me puse la ropa a toda prisa, cogí mi mochila y me fui a una velocidad inhumana.

Llegué en diez minutos, el aire me faltaba de tanto correr, Joder, el segundo día y ya voy a llegar tarde.
Toqué la puerta de la clase una vez qué estaba delante de ella y detrás de ella de escuchó un adelante, a lo que yo entré.

–¿Qué son estas horas de llegar señorita Ayuso?—me regaño el profesor

–Eh, bueno, pues, había, había tráfico,mucho—hize una sonrisa forzada, me chorreaba la espalda del sudor

–Déjese de excusas y siéntese, por favor.—me indicó el profesor

–Vale, me siento —me fui a sentar cabizbaja, tenía demasiado sueño todavía

–Seguimos por la página ciento setenta y tres, como sabemos...—Al momento de oír al profesor me quedé dormida en la mesa, menos mal que estaba sentada al final.

Horas después, era hora del recreo, porfin, si seguía sentada allí iba a hacerme hasta una cama.
Busqué a Kaira por todas partes hasta que la encontré de espaldas, fuí sigilosamente y le di una colleja

-¿Qué coño?, ¿Qué haces, Hannah? —me grito algo enfadada por el golpe

–Por no despertarme esta mañana, mala persona—le dí un golpe en el hombro

–Te llamé, pero tu estabas en narnia, cómo no—rodo los ojos

–Pues puede ser—me encogi de hombros y rasque mi cabeza

–¿Cómo te fue tu clase?—preguntó

–Me quedado dormida en la mesa cuando llegué—le guiñé un ojo

–Eres un caso perdido—se rió se mi

–Ya lo sé —reímos juntas

–¿Vamos a comer?—propuso Kaira agarrándome del brazo

– Obvio, tengo un hambre increíble —sé froto la barriga, exagerada

Después de comer en la cafetería un bocadillo con una lata de Coca-Cola, fuimos denuevo a clase.
Y así pasó toda la semana, yo llegando tarde y Kaira regañandome por eso. Una cosa rara que noté fue qué no nos volvimos a topar con los idiotas de la otra vez, parece ser que la suerte nos sonrie.