Capitulo 5: vamos al planeta Vegeta

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El príncipe Vegeta este de vuelta en el planeta vegeta

Paso media hora y el Dios seguía comiendo, el Supremo kaio-sama se hizo presente junto a un sayajin del universo 6, se acercaron al dios, este se sorprendió al ver aquel sayajin.

—¿Cómo llegó el aquí? —se enfadó— si él está aquí ¿Dónde está Champa?.

Shin trato de guardar la calma, estaba nervioso a la vez, pero tenía que contestar.

—El señor Champa no pudo quedarse a la fiesta. Tenía algunos problemas en el universo 6, pero como lo ha pedido el Señor Whis, el sayajin ha venido desde lejos. Como no los encontraron en su planeta, decidieron llevarlo hasta el planeta sagrado —. Bills no le dijo nada a Whis, se quedó mirándole con disgusto.

El asistente se encontraba tranquilo comiendo y aún con su tranquilidad decide hablar.

—Bulma me ha pedido traer al discípulo de su esposo, esto para darle una sorpresa. Por lo visto la sorpresa se arruinó, Vegeta ya se enteró de todo por tanto escándalo que hace. Por cierto, señor Bills, Bulma se dirige hacia usted, no se ve muy feliz que digamos —en ese instante el Dios siente un golpe en la parte superior de su cabeza. El príncipe se acercó para evitar que el dios sea golpeado por su esposa , pero ese intento fue en vano , la mujer ya había cometido tal acto, ¡el Ángel sólo observo la acción y su reacción fue una frase corta— !Pero que rudeza¡.

El dios miro a su asistente , aquella acción no le gustó en nada, no estaba enojado, estaba furioso.

—¿Cómo te atreves a golpear al dios de la destrucción? —todos los invitados observaron con terror. El kaio-shin se acercó a este,

—Tenemos algo importante que hablar, es sobre el planeta Vegeta. Vamos a presentarnos en el planeta, para averiguar qué es lo que ha sucedido —Vegeta se sobresaltado al escuchar acerca de tal planeta. El sayajin se acercó a las deidades y tenía que aclarar sus dudas.

—¿Es... están hablando del planeta Vegeta?, si es así yo quisiera acompañarlos —el sayajin procedente de otro universo se acercó a las deidades y a su maestro— !Yo también los acompañare¡.

El kaio-shin se encontraba algo extraño.

—¿No vendrá el Señor Goku?, no lo he visto por aquí.

—Kakaroto tardará en llegar, además, no necesitamos de él para ir al planeta Vegeta. Será mejor irnos ahora —, el kaio-shin no estaba de acuerdo, pero el Dios destructor quería acabar de una vez con el asunto, Shin entendió y con un " Kai-kai" desaparecieron.

Después de que estos se fueron no pasaron más de cinco minutos para que el sayajin de la vestimenta naranja apareciese acompañado de su hijo menor y el hijo de Vegeta , el sayajin llegó con su típica sonrisa que se desvanece al ver que Vegeta y las deidades no se encontraban en la fiesta, se notaba confundido.

—¿Dónde se ha ido Vegeta? —. La esposa del príncipe sayajin se acercó a su amigo.

—Vegeta se acaba de ir con el Señor Bills y el Supremo kaio-sama- el sayajin —.Se quedó despreocupado por algunos segundos hasta que reacciona— ¿Qué Vegeta? ¿Qué? !No puede ser¡ Vegeta se fue a entrenar y me ha dejado —Bulma trata de hablar con él sayajin, pero este no le tomó importancia, estaba más concentrado en Buscar el Ki del príncipe, al encontrarlo no dudo en teletransportarse a donde quiera que estuviesen aquellos que buscaba, pero la voz de su esposa lo detuvo— !Milk¡, ¿Qué haces aquí?.

—Soy una invitada como todos los presentes, ni creas que te vas a ir.

—No importa, que se valla. Vegeta no está ,se fue con el Señor Bills. Dudo mucho que llegue en meses.

—Ya me voy, adiós —, Milk se enojó al ver que su esposo se fue. Bulma estaba enojada con Vegeta por irse en su fiesta de cumpleaños, los dos sayajin cuando regresarán deberían tener cuidado con sus esposas, esas mujeres tenían un carácter que hacía que sus esposos siendo de los pocos guerreros más fuertes del universo les tuvieran miedo.

Momentos antes en el planeta Vegeta. Los sayajin estaban reunidos , ninguno entendía lo que había sucedido, sus recuerdos no eran claros, lo último que recordaron fue aquella luz que, al acercarse, todo a su paso devastaba, no había manera de huir. Su rey no pudo hacer nada, sabían que el infeliz de Freezer en algún momento estaría en su contra.

El rey dio un discurso para calmar a sus súbditos. La mayor parte de estos no se conformaron con aquel discurso, pero no podían mostrar su inconformidad, no podían quedarse con los brazos cruzados. Tenían sed de venganza, querían destruir aquel quien los utilizo por años para su conveniencia.

Cuándo la multitud se dispersó el rey reunió a sus mejores guerreros para organizar un plan para destruir a Freezer, aumento la seguridad en todo el planeta, no quería que está vez los atacaran sin tener manera de defenderse, no querían ser sorprendidos de nuevo, todos los Guerreros de todas las clases tenían una orden no importaba de quien se tratase, las órdenes eran asesinar a todo aquel que sea ajeno al planeta Vegeta, por el momento hasta nuevo aviso nadie podía entrar ni salir, sólo podrían hacerlo por órdenes del Rey.

Cuando llegaron las deidades, y los dos pertenecientes a la raza sayajin fueron sorprendidos por un grupo de guerreros, ¡El sayajin perteneciente a otro universo se preocupó!

—!Maestro¡, ¿Ahora que hacemos? —.Vegeta trato de dialogar.

—¿Qué están haciendo insectos? !Soy el príncipe Vegeta !

Uno de los guerreros confiado hablo con sarcasmo:

—!Claro, y yo soy el super sayajin legendario¡ —comenzó a reír con uno de sus compañeros.

—El príncipe Vegeta es un mocoso malcriado.

—¿Cómo es que me llamaste, insecto? —otro perteneciente al grupo uso su rastreadores para saber qué clase de sayajin era, cuando el rastreador dio el número no lo podía creer, realmente era verdad, su poder era digno de un guerrero de clase alta, además observo más detenidamente a Vegeta, se dio cuenta del parecido que tenía aquel con el rey. Hizo una reverencia sorprendiendo a sus compañeros.

—!Discúlpenos príncipe Vegeta, no lo reconocí¡.

—Ya que han aclarado las cosas llévenos con el rey Vegeta —ordeno Bills. Los sayajin obedecieron y los guiaron a la entrada del Palacio del Rey.

Los guardias que se encontraban a las afueras del lugar murmuraban, miraban de vez en cuando a los recién llegados. Vegeta se dio cuenta y de un modo molesto grito:

—¿Qué están mirando? —de inmediato todos volvieron a lo suyo, pero cuando este se volteó alguien conocido y muy sonriente se encontraba enfrente del príncipe.

— !Hola Vegeta¡.

El regreso de la raza sayajinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora