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Nadie puede pertenecer a nadie. El querer es un contrato libre que comienza con una chispa y puede terminar de la misma manera.


[ ❀ ]

Taehyung cerró sus ojos al sentir la tenue luz del amanecer adentrarse por la ventana, una pequeña sonrisa formándose en sus labios al ver al hermoso pelinegro que estaba abrazándolo con fuerza. Sus ojos brillaron al ver su piel cálida, sus mejillas levemente teñidas de un color carmín, su boca entreabierta, y su cabello desordenado que lo hacía suspirar como un tonto enamorado.

Estiró una de sus manos para poder acariciar su mejilla y soltó una risita más suave cuando el contrario sonrió cómodo ante su gesto. Se acercó un poquito más para poder depositar un beso casto en sus labios, y admiró lo perfecto que se veía en aquella posición.

Su estómago rugió con fuerza, imaginando que sería una buena idea prepararle el desayuno, pues sabía que el pelinegro era un comelón de lo peor y que se lo agradecería con muchos mimos que llenarían su gran corazón.

Cuando se iba a levantar se tensó al sentir un fuerte agarre en su brazo, volteando para ver si había despertado, pero sonriendo satisfecho al verlo con los ojos cerrados y labios un poco hinchados. Suspiró y alejó suavemente la mano del contrario hasta que se pudo levantar. Caminó directo a la cocina, abrió la nevera y un puchero se formó en su rostro al no encontrar casi nada de alimentos sanos. Tomó las llaves del automóvil de Jungkook, y fue hasta el supermercado más cercano para comprar todo lo que necesitaba.

Mientras caminaba por los pasillos, viendo todo tipo de alimentos enlatados, escuchó la voz de aquella persona que lo hizo sentir en las nubes, esa que quiso tanto y no fue nada fácil de olvidar. No iba a poder contenerse si hablaban otra vez, en serio sentiría su corazón doler si esa persona lo llamaba con su suave voz o lo abrazaba con sus fuertes brazos.

Minho y él tuvieron una relación de más de tres años cuando eran jóvenes, pero todo terminó cuando el rubio decidió mudarse por nuevas oportunidades que se le presentaron.

Taehyung lo amó con todas sus fuerzas y tuvo que obligarse a olvidarlo cuando el contrario le explicó que sus destinos iban por diferentes caminos pero que él lo amaría una eternidad.

Decidió darse la vuelta y apresurarse para no toparse con él, pero su cuerpo se tensó aún más al escuchar que el mencionado gritó su nombre con emoción.

"¿Kim Taehyung? ¡Espera!" gritó un pelinegro emocionado.

"Mierda..." susurró Taehyung.

Hizo como si no escuchaba aquella voz, sus manos aferrándose a los ingredientes.

"¡Taehyung-ssi!" volvió a gritar el mayor, y Tae no pudo seguir huyendo porque éste apretó su hombro para llamar su atención.

Volteó nervioso y no pudo evitar sorprenderse al ver que el contrario solo había cambiado su color de cabello, pues de ahí en fuera seguía exactamente igual de... bonito.

"H-hola de nuevo, Min" apenas y pudo saludar.

Su corazón latió más rápido cuando el mayor le sonrió en grande, y sus piernas temblaron cuando sus preciosos ojos lo miraron con ternura.

"¡No sabes cuánto te extrañé, osito! Han pasado años y sigues igual de hermoso" halagó el mayor mientras lo envolvía en un cálido abrazo.

"Uhm, l-lo mismo digo. E-es un gusto verte de nuevo" respondió nervioso por el apodo que había recibido.

Minho se separó y sonrió mucho al ver su hermoso rostro que estaba un poco sonrojado y más definido.

➳ Play with meWhere stories live. Discover now