III

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Ha pasado una semana de escuela, a las chicas cada vez les llama más la atención el chico misterioso, incluso Sarah está obsesionada por él. Realmente es misterioso pues nadie sabe nada, pero se rumora mucho. Lo único que yo sé con certeza es que se llama Matthew.

Siempre lleva una chaqueta bien sea de cuero negro, cuero café, negra con cierres plateados o una chaqueta de Jean. Según mi análisis su favorita es la de cuero negro con cierres plateados. Y se preguntarán porqué observo sus chaquetas, pues bien, me causa curiosidad.

De un tiempo para acá mi curiosidad por él despertó, realmente me intriga mucho el por qué siempre está solo, aún cuando los populares se acercaron a él e intentaron integrarlo en su grupo.

Si no está escuchando música, está leyendo o está viendo el celular con desdén y sin mucho gusto, Sarah aún no se ha percatado de mi pequeña obsesión lo cual me sorprende pues ella siempre me está analizando del mismo modo en el que yo analizo el mundo.

Hoy siento que el día es diferente. Las clases han sido diferentes, yo me he sentido diferente. Ni un solo momento en todo el día he tenido pensamientos que me lleven a la zona. Y supongo que he pensado todo el día en el misterioso, lo cual no es bueno. Tampoco quiero obsesionarme.

Los minutos pasan con lentitud, no puedo parar de mirar el segundero del reloj a escasos dos minutos de la hora del almuerzo.

Al salir me encuentro con Sarah y nos sentamos bajo el mismo árbol, tal como lo sospeché hoy el día es diferente, Matthew está junto a Jessica y los populares.

Mi ánimo decae por completo, comienzo a preocuparme, y es extraño. No debería preocuparme, pero me preocupa que Matthew salga de mis afectos, me preocupa que se vuelva uno más del montón, y me preocupa lo que ellos le vayan a decir de mí.

-¿Por qué te afecta?- dice Sarah percatándose

-No me afecta, no lo conozco.- respondo.

-Te preocupa.- dice.

Sonrío, porque sí, sí me preocupa.

Las demás clases son comunes, me estresan y me agotan. Al finalizar la jornada me dirijo a mi casillero, saco mi bolso y mis audífonos, preparado para silenciar mis pensamientos en el camino.

Al salir de la escuela la moto negra ruge y cuando giro a ver, algo golpea mi hombro captando mi atención.

Pasa de mí y no se detiene. Es Matthew, va con sus manos entre los bolsillos y su chaqueta negra.

Justo cuando intento volver a ver la moto arrancar, Matthew gira su cara para mirar atrás y sonríe.

Y yo me quedo ahí.

De pie.

Intentando analizar el motivo de su sonrisa.

¿Acaso Jessica ya le contó la historia?

ART DÉCO. Where stories live. Discover now