ART DÉCO.

XXIII

En el momento en el que Branden abandona mi habitación llamo a Sarah, y al ver que no contesta entonces simplemente le dejo un mensaje en su correo de voz diciéndole que necesito verla por una situación de emergencia.

Al día siguiente, lo primero que veo en mi teléfono es un mensaje de texto de Sarah dándome hora y lugar para vernos en la escuela y hablar de la situación de emergencia.

Durante todo el día asisto a clases común y corriente, excepto en la clase de arte donde tenemos que dibujar retratos ésta vez. Yo simplemente tomo lápiz y papel y dejo que mi mente fluya con el ritmo de Lana Del Rey en mis audífonos; realmente no le presto atención a nada más mientras dibujo y cuando le presento el boceto a la profesora ésta me felicita maravillada.

Es un retrato con la mitad de la cara de Branden y la otra mitad Matthew. Realmente no sé cómo hice para que ambas caras concordaran y tuvieran proporción pero lo hice.

Al final del día me encuentro con Sarah en las gradas de la cancha de la escuela antes de que empiece el juego de hoy y comienzo a contarle todo.

-Dios, Ethan. Perdiste tu virginidad. Eso sí que es una situación de emergencia, ¿Se grabaron?- dice Sarah con ojos de amor.

-¿Qué? No, por supuesto que no. Sarah enfócate, eso no es lo importante. Lo importante es que me hizo sentir como un objeto sexual.-

-Sí, sí. Entiendo. Pero es que Ethan, a veces, mientras estás teniendo sexo, es normal que alguna de las personas involucradas diga algo que no tiene mucho sentido. Pero es normal, ¿Sabes? Tal vez no pensaba en lo que decía y solo pensaba en el placer.-

No puedo debatir su punto. Tiene sentido

-Yo creo que es mejor esperar a que te busque.-

-Si es que me busca.- respondo. -¿Qué tal que no lo haga? ¿Qué tal que todo este tiempo solo haya querido sexo?-

De repente mi ansiedad vuelve y siento ganas de vomitar que vienen acompañadas de una picazón en las manos.

Las puertas de la cancha se abren y el equipo de Lacrosse de nuestra escuela hace su ingreso. Equipo que encabeza Branden.

Sarah y yo compartimos una mirada alarmada

Cuando la mirada de Branden me encuentra yo no puedo hacer otra cosa que mirar al suelo y tomarle la mano a Sarah.

-Ahí viene. Dios, tienes tanta suerte.- la escucho decir mientras mis manos sudan.

-Ethan, ¿Podemos hablar?... Hola, ¿Cómo estás?- toma la mano de Sarah y se agacha a darle un beso en la mejilla.

-Hola, muy bien, bueno... Los dejo- dice soltandome la mano y alejándose. La odio.

-¿Puedes mirarme porfavor?-

Hasta este momento no había definido cómo me sentía, pero ya lo sé. Siento pena; Pena por mí. Por ser tan paranoico, por no pensar con cabeza fría sino simplemente dejarme llevar por lo que siento en el momento. Sarah tiene razón.

Levanto la cabeza y lo miro.

-Disculpame.- dice y presiona mi mejilla mientras me guiña un ojo y sonríe.

-¿Te quedarás a verme?- ríe.

Los demás integrantes de su equipo lo llaman a la cancha urgentemente pues en pocos minutos empieza el partido.

-Espero que sí.- dice y le hace señas a Sarah que está unas cuántas gradas más arriba para que baje a hacerme compañía.

-Luego saldremos a comer, es hora de que tu mejor amiga y yo nos conozcamos formalmente, invítala. Ah y ¿Podrías sostener ésto por mí?- dice entregándome una cámara para luego correr hacia donde están los demás.