Revelándose a la naturaleza (Idolish7) (Yaoi) (Omegaverse)

Negando el destino

—Hueles a omega —comentó Gaku mientras se sentaba frente al de lentes—. ¿Mitsuki-san entró en celo? Aunque no es el olor de él...

Yamato negó con la cabeza, y curioso por la observación, olfateó su ropa. Como lo imaginó, no percibía ningún aroma distinto sobre él. Un detalle que sólo servía para recordarle que era diferente a la persona frente a la que estaba. El líder de TRIGGER, el principal grupo "rival" de IDOLiSH7. Un prestigioso alfa de una familia de alfas.

—No, no fue Mitsu. Sou... bueno, por eso mismo te llamé —después de explicarle lo sucedido los últimos días, sin entrar en grandes detalles, Yamato recargó su cabeza en su mano—. Han sido días complicados.

—Y me llamaste aquí para que te diera algunos consejos, de líder a líder —el otro asintió, provocando un suspiro por parte del albino—. Justo cuando pensaba que solamente querías verme.

El de lentes se burló.

—¿Y a qué viene eso? —preguntó, aunque notó la verdadera intención del otro al decirlo.

Yamato era un beta. Alguien común, como la mayor parte de la sociedad. Gaku era un alfa. Alguien con un estatus social mucho más alto que él (y mucho más todavía por la familia de la que provenía).

No le daría tanta importancia a ese detalle normalmente, pero el reciente descubrimiento que había hecho le hicieron darse cuenta de que no fue adecuado ignorar ese detalle. Existía un enorme abismo entre ambos, y Yamato era consciente de que lo mejor para todos era simplemente resignarse, siguiendo los deseos de la naturaleza. Ya estaba algo acostumbrado a tener que aceptar sin quejarse.

Esa semana había sido demasiado para él, y lo único que quería era salir a beber algo hasta perderse por completo. Primero había sido sobornado por un periodista que decía conocer un importante secreto que relacionaba a TRIGGER e IDOLiSH7 (por supuesto, resultó ser falso). Después las constantes prácticas y apariciones en programas, luego el comienzo del celo repentino de Sougo, y por último, el principal culpable de su estado de quiebre mental:

Descubrir que su manager era la omega predestinada de su actual pareja, el hombre número uno más deseado en ser abrazado. 

«Era de esperar», pensó. A final de cuenta entendía bien ese hecho, parecían haber sido hechos el uno para el otro, y más si se pensaba en el pasado que habían tenido sus padres. Ese descubrimiento lo había hecho un día después de que Sougo comenzara su celo Esos dos ya habían tenido conversaciones en privado antes, por lo que seguramente Gaku lo había descubierto antes. Aunque el por qué no le había dicho seguía sin estarle claro; era algo claro que éste sabía que Yamato no era desconocedor de la situación, pero seguía sin confrontar el tema. «¿Por qué seguirá atrasándolo?». Él esperaba que terminara su relación de una vez. Que le pidiera un tiempo y espacio, aceptando las caprichosas peticiones de la naturaleza.

—¿Estás seguro de querer ir a beber cuando aún es de día? —cuestionó el líder de TRIGGER cambiando el tema. Y al ver que Yamato asentía, ofreció—. Ten comenzó su celo hoy, por lo que dudo que él y Ryuu estén en el departamento. ¿Quieres beber ahí?

Había otra intensión detrás de sus palabras. Pero no le importaba ahogarse en el placer en lugar de alcohol por un rato. Además, si el centro del grupo en verdad había comenzado su celo entendía mejor por qué motivo había sentido tan rápido las feromonas de Sougo. Necesitaba satisfacerse.

Gaku besaba muy bien, y las feromonas que liberaba mientras lo hacían eran agradables incluso para la nariz de beta de Yamato.

—Oye —comenzó a decir, pero no pudo terminar su frase. A pesar de que era claro y sencillo lo que tenía que hacer, seguir las ordenes de la naturaleza, no podía hacerlo. Estaba disfrutando de ese momento, y la simple idea de que pronto haría lo de siempre, resignarse, le dolía de un modo más profundo del que esperaba. En lugar de continuar hablando, Yamato optó por volver a besarlo, empujándolo sobre la cama de su cuarto.